En el primer año de la administración López Obrador la cancelación del Nuevo Aeropuerto de Internacional de México (NAIM) en Texcoco fue un motivo de desencuentro entre un amplio sector de la iniciativa privada, y ahora todo indica que será la falta de continuidad de la reforma energética.

El sector empresarial en varios tonos le ha solicitado a la administración federal mantener y continuar con la reforma energética para que la inversión privada mantenga su participación en el sector energético nacional.

Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que se va “rescatar” a las empresas productivas del estado: Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) para avanzar en la soberanía energética.

Este inactividad sobre las nuevas rondas petroleras, modificaciones reglas asimétricas de Pemex y las nuevas disposiciones para los Certificados de Energías Limpias (CEL) en electricidad alteran los supuestos financieros con los que se realizaron las inversiones iniciales.

Esta situación genera incertidumbre y desconfianza para los inversores porque las reglas de negocio cambian de acuerdo con los intereses del gobierno federal, no se tiene un estado de derecho garantizado para las inversiones millonarias que requiere México en infraestructura, en equipamiento energético, aeropuertos, etc.

Esta situación la reafirma el mismo Presidente que se ha comprometido a que todas las obras insignia de su administración: Aeropuerto de Santa Lucía, Refinería Dos Bocas, tren maya, queden terminadas en su sexenio par evitar el riesgo que en la siguiente administración no se les garantice continuidad.

Parece que la solución a las diferencias en materia energética no quedarán resueltas con el acuerdo energético que contempla la inversión pública y privada en las APP´s que se anunciará a más tardar a medianos de Febrero.

La principal crítica que realizan a la administración López Obrador es que no ofrece un diálogo directo con los interesados para encontrar puntos de coincidencia y sacar adelante al país en el objetivo de la autosuficiencia energética sin que el gobierno distraiga recursos financieros que se pueden utilizar en salud, educación, servicios públicos de calidad, etc.

Habrá que esperar los resultados de ambas posturas, el cual se registrará en el crecimiento económico de México, que se espera sea mayor al registrado en 2019, si hay las certidumbre a la inversión, ya que la lucha contra la corrupción demostró que no es la panacea para el crecimiento sostenido.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...