La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) afirmó que la política monetaria debe ser más restrictiva sin caer en excesos.
De acuerdo con las minuta de política monetaria del pasado 29 de Septiembre en la que se elevó la tasa en 0.75 por ciento para llegar al nivel de 9.25 por ciento, se mencionó que ante la persistencia de las presiones inflacionarias se debe continuar con una política monetaria más restrictiva y así reafirmar el compromiso del banco central con el mandato que tiene a la fecha.
Se expuso que una política más restrictiva abonaría a solidificar las expectativas de inflación en el largo plazo y tener mayor certeza en la convergencia hacia el objetivo del 3 por ciento.
Otro integrante señaló que ante el deterioro de las condiciones financieras y conflictos geopolítico obliga al banco a continuar con el incremento de la tasa a un nivel más restrictivo durante todo el horizonte en que opera la política monetaria. Especificó que una tasa superior al 10 por ciento sería innecesariamente restrictiva.
Otro destacó la importancia de alcanzar una postura monetaria restrictiva, y especificó que no hay condiciones para disminuir el ritmo de incrementos de la tasa y podría debatirse si hay que acelerarlo.
Apuntó que un incremento de 100 puntos base mandaría una señal contundente y contribuiría a contener el deterioro de las expectativas, pero no es recomendable por ser innecesario y mayor al anticipado por los especialistas del mercado.
Finalmente, se apuntó que la política monetaria debe ser prudente en ambiente de condiciones globales inciertas con presiones inflacionarias y conflictos geopolíticos que afectan la formación de precios en el orden internacional con sus respectivas repercusiones locales.