El populismo en América Latina está de regreso por los fracasos que se han tenido en la región, porque es “pan para hoy, hambre para mañana”, afirmó el ex ministro de Finanzas de Argentina Alfonso Prat-Gay.
Explicó en el seminario organizado del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado CEESP), True Economic Talks, que esta corriente fue producto de la bonanza que se presentó en la región por la bonanzas económica de la materias primas.
Detalló que en el 2005 estaba Cuba pero Bolivia, Venezuela y Argentina estaban ensayando políticas públicas, fue “la reacción a las recomendaciones del consenso de Washington durante la década anterior, no funcionaron, no se aplicaron bien, los electorados se quejaron, entonces fue reacción natural los gobiernos populistas con la ventaja de la recuperación de las arcas.”
Agregó que surgieron por el fracaso de una política anterior porque fue demasiado atada a los dictados internacionales o porque el “electorado se cansó del latrocinio y el robo del régimen anterior”.
En 2010 la región prácticamente vive una euforia populista y para el 2018 vemos que varias han salido de este tipo de gobierno, pero en Argentina se busca salir “sin una crisis porque son gobiernos se caracterizan por pan para hoy, hambre para mañana”.
Detalló que los 12 años de fantasía que se vivieron en Argentina fue que ”sólo se pagó el 10 por ciento del costo de los servicios. En un momento el gobierno llegó a dar en subsidios hasta el 5 por ciento del Producto Interno Bruto”.
Con este tipo políticas públicas al paso del tiempo se genera una serie de descontentos muy grandes. “Salir del populismo no es fácil porque para muchos ciudadanos puede parecer que estaban mejor con el esquema anterior aun cuando el esquema es insostenible. Hay que estar atentos a las políticas y ver cuáles provocan más dolor que beneficios”.
Destacó el entrevistado por DNF que una herramienta para evitar esta forma de gobierno es necesaria e indispensable la transparencia. “América Latina está al centro de esta discusión por la visibilidad que han tomados los actos corrupción en el que una multinacional brasileña admite y confiesa que erogó más de 700 millones de dólares de coimas (sobornos) a lo largo de toda la región”.
Apuntó que cuando los partidos políticos que prometen honestidad y llegan al poder “tienen la vara muy alta y tienen que cumplir con esa honestidad y los electorados que ven cómo los funcionarios se enriquecen a costa del pueblo, son electores que cada vez van a exigir más. México merece más transparencia e igualdad de oportunidades”.