Por las presiones del presidente, Donald Trump, la Reserva Federal recortó nuevamente su tasa de referencia en 25 puntos base para situarla en un rango de 1.75 a 2 por ciento y le pegó al peso al cerrar con una depreciación de 0.19 por ciento.
El tono del comunicado fue restrictivo, al igual que el comunicado anterior en donde también recortaron su tasa de interés. Asimismo, la expectativa de crecimiento de la Fed para 2019 fue revisada al alza de 2.1 en Junio a 2.2 por ciento.
Bajo esta tónica no se descarta que la Reserva Federal continúe con los recortes a la tasa, a pesar de que el mercado laboral en ese país se encuentra sólido y la probabilidad de recesión es relativamente baja.
Se presentaron algunos comentarios acomodaticios. En su conferencia de prensa, Powell señaló que si la economía se debilita, podría ser necesario hacer recortes adicionales a la tasa de interés, debido a que la tasa de interés es bastante baja.
En un escenario de recesión sería probable que se vuelva a implementar la política monetaria poco convencional como el programa de compra de bonos, lo cual bajaría aún más la tasa de los bonos del Tesoro a largo plazo.
Por su parte, en el comunicado, los argumentos a favor del recorte a la tasa fueron que la inversión fija del sector privado se ha frenado, las exportaciones se han debilitado y que la inflación se ubica por debajo de 2 por ciento.
En el comunicado también indican que la decisión de recortar la tasa se debe a las implicaciones de los eventos globales sobre las expectativas económicas.
La Reserva Federal tiene una política monetaria que se considera acomodaticia por el nivel de la tasa de interés, aún y cuando el comunicado haya sido interpretado como restrictivo.
El nivel de tasa de interés que tiene actualmente le da un bajo margen de maniobra, y aunque actualmente hay una baja probabilidad de recesión, mayores tensiones comerciales con China o crisis en otros países podrían contribuir con una desaceleración económica en Estados Unidos.
Hay que recordar que sólo existen dos tipos de política económica en un país, la monetaria que es administrada en este caso por la Reserva Federal, en donde la tasa de interés ya se encuentra en niveles bajos, pero no en su mínimo histórico, y la política fiscal, administrada por el gobierno, en donde se sabe que Estados Unidos tiene una deuda alta.
Sin embargo, con el acuerdo bipartidista que fue ratificado a comienzos de agosto, es probable que Trump quiera recortar los impuestos y/o subir el gasto, para generar un mayor crecimiento económico y asegurar su victoria en un segundo mandato presidencial.
A pesar de que la política monetaria del Banco de México es independiente de la política monetaria de la Reserva Federal, el recorte en tasa de interés por parte de la Fed incrementa la probabilidad de un recorte por parte del Banco de México en su anuncio del 26 de Septiembre.
El diferencial de tasa de interés con Estados Unidos es relevante para México, debido a los flujos de capitales que llegan del exterior.
Asimismo, la inflación en México ha seguido con su tendencia a la baja y las condiciones son propicias para un recorte a la tasa, ya que el peso se ha apreciado en las últimas sesiones.
Un posible recorte a la tasa de interés por parte de Banco de México podría depreciar ligeramente el peso, llevando al tipo de cambio a niveles aproximados de 19.50 pesos por dólar, sin representar presiones inflacionarias adicionales.
Después del comunicado de la Fed, el mercado financiero a nivel global respondió de la forma como respondería ante una política monetaria restrictiva.
En el mercado de capitales el índice S&P 500 alcanzó un mínimo de 2,978.57 puntos, pero se recuperó tras el comentario de Powell sobre la posibilidad de volver a recortar la tasa en caso de ser necesario, cerrando con un avance de 0.03 por ciento en 3,006.73 puntos. Por su parte, el oro perdió 0.52 por ciento, cotizó 1,493.54 dólares por onza.
En México, el peso cerró con una depreciación de 0.19 por ciento o 3.7 centavos, cotizó 19.40 pesos por dólar y tocó un máximo de 19.4386 pesos.
El tipo de cambio ya había bajado durante la primera mitad de Septiembre, ante la expectativa de un recorte a la tasa de interés de la Reserva Federal. Al materializarse dicho recorte también se reduce el tipo de cambio esperado para el cierre del año.
En la sesión, el tipo de cambio alcanzó un mínimo de 19.3264 y un máximo de 19.4386 pesos por dólar.
El euro-peso alcanzó un mínimo de 21.3534 y un máximo de 21.4571 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta, mientras que el euro tocó un mínimo de 1.1014 y un máximo de 1.1076 dólares por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.3992 pesos por dólar, 1.2484 dólares por libra y en 1.1033 dólares por euro.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE