Los primeros años del que será Presidente en el periodo 2018-2024, Andrés Manuel López Obrador, se orientarán a la inversión y al gasto social, lo que deja en segundo plano la meta de disminución de la deuda, consideró la calificadora HR Ratings.
“Suponemos que, en algún momento, la administración entrante daría preferencia, en la primera mitad de su sexenio, al aumento del gasto social y de inversión. Sin embargo, esto tendría el efecto de aumentar el déficit fiscal y en consecuencia la deuda (quizá inclusive relativa al PIB). Lo anterior, junto conun mayor déficit y deuda, genera la posibilidad de mayor inflación, mayor volatilidad cambiaria y un mayor costo financiero para la deuda. Todo esto dificultaría aún más la meta de reducir la deuda relativa al PIB”, puntualizó.
Para la segunda mitad de la administración López Obrador, advierte la calificadora, se estaría cosecharía los efectos positivos de las reformas en el gasto, de la reducción en la corrupción y los niveles de criminalidad; de los programas de inversión y de otras iniciativas.
Además, con la maduración de las políticas nuevas, el crecimiento se aceleraría, aumentarían los ingresos presupuestarios para reducir el déficit y las necesidades de endeudamiento, se reduciría notablemente la razón de deuda a PIB, con una macroeconomía menos dependiente en los vaivenes de los mercados internacionales, y con una mejor distribución del ingreso.
“Esta historia suena positiva y podría tener una relevante posibilidad de materializarse. Sin embargo, en un mundo competitivo, los retos son sustanciales, y no hay ninguna garantía de que el modelo del Estado como motor de crecimiento sería suficiente para aumentar sustancialmente el desempeño histórico de México en términos de su crecimiento del PIB”, consideró HR Ratings.
La calificadora mencionó que por el lado optimista es posible que la administración López Obrador tenga éxito relativamente rápido combatiendo la corrupción y la criminalidad para poder mantener su control del Congreso en 2021, dando mayor tiempo a que sus cambios en la política económica tengan el éxito deseado.
Señaló HR Ratings que un caso intermedio sería un éxito parcial (entre tres o seis años para materializarse) en el combate a la corrupción y de los índices de criminalidad, así como éxitos parciales en promover el crecimiento económico, o por lo menos en reducir el grado de desigualdad en la distribución de los beneficios del mismo.