Los programas asistenciales de gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, serán prioritarios en lugar de impulsar el gasto en salud, educación, infraestructura, energía, y así impulsar el crecimiento económico para este año, advirtió el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Público (CEESP) afirmó que el comportamiento del gasto como principio de austeridad del gobierno continúa siendo incongruente con el estancamiento de la economía.

Se aprecian reducciones importantes en rubros de gasto relevantes para el bienestar de las familias, lo que ha generado confusión e incluso descontento y preocupación en diversos grupos sociales ante la limitada respuesta de las autoridades para solucionar sus demandas.

El caso más representativo que ha propiciado serios reclamos de la población es el sector salud, donde hay evidencia, anecdótica pero abundante, de carencia de medicamentos, equipo médico y de deterioro en la calidad de los servicios.

Durante Enero el gasto en salud se contrajo 57.7 por ciento real respecto al mismo mes del año pasado, y solo se ejerció el 42 por ciento de lo que se había programado para ese mes.

El gasto en educación también sufrió una caída anual, de 22.9 por ciento, y resultó 10.3 por ciento menor a lo programado.

Por el contrario, los rubros donde se concentran los programas insignia del gobierno ejercieron en Enero recursos notoriamente mayores a lo que se tenía programado, destacó el documento del sector privado.

La Secretaría de Energía (Sener) gastó 8.9 mil millones de pesos (mdp), lo que significó un incremento anual de 146 por ciento y superó con creces los 177 millones que se tenían programados.

Por su parte, la secretaría del bienestar erogó 23.3 mil mdp, 39.1por ciento más que el año pasado y 4.8 mil mdp más que el programa.

Es posible anticipar que la debilidad de las fuentes de recursos del sector público, el fuerte control del gasto en actividades como educación, salud e inversión física, se mantendrá en los meses siguientes, advirtió el CEESP.

“A cambio de privilegiar los recursos a programas prioritarios para el gobierno de corte más bien asistencial, aun cuando no cuenten con reglas de operación, y proyectos de inversión emblemáticos, aunque no tengan estudios que determinen su rentabilidad social”.

El cumplimiento de los objetivos de déficit público y superávit primario es imprescindible, pero hacerlo mediante mantener el subejercicio del gasto público en un entorno de crecientes necesidades sociales y productivas se aprecia poco sostenible tarde o temprano, además de que no ayuda a recuperar el crecimiento de la economía.

En este contexto, las expectativas para este año continúan deteriorándose, como lo muestran los pronósticos de crecimiento de la economía.

La percepción es que el escenario de crecimiento para 2020 se complica cada vez más, por lo que necesario insistir en políticas públicas congruentes y que contribuyan a estimular la inversión y el crecimiento para hacer posible un mayor bienestar social de manera sostenible, reiteró el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...