El crecimiento económico mantiene su tendencia de insuficiente de crecimiento y la nueva administración federal que está por comenzar deberá tener como una de sus prioridades generar programas que impulsen la inversión en lugar de los programas asistenciales que son costosos, demandó el sector privado.
En Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) explicó que la cifra del registrada en el primer trimestre, dada a conocer por Inegi, es menor a lo registrado en más de 20 años.
“El 2.3 por ciento de avance del primer cuarto del año está por debajo del promedio de los últimos 24 años que es de 2.5 por ciento”.
Consideró que elevar el ritmo de crecimiento de la economía debe ser uno de los principales objetivos para los siguientes años, independientemente de qué partido gane las elecciones presidenciales.
Diversas naciones impulsan su desempeño económico con inversión. De acuerdo con las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), en los últimos 17 años China creció a una tasa anual de 9.2 por ciento invirtiendo el 42 por ciento de su producto, en tanto que la tasa promedio de avance de la India fue 7.1 por ciento al invertir el 33 por ciento del PIB.
Por su parte, Singapur avanzó 5.3 por ciento anual con una inversión de 26.8 por ciento. México reporta una tasa de crecimiento anual de 2.2 por ciento con una inversión de 22 por ciento.
“La inversión pública se ha descuidado de tal manera que ha caído notoriamente. Actualmente representa el 3 por ciento del PIB, uno de los porcentajes más bajos en los últimos 70 años y acumuló ocho años consecutivos con variaciones negativas. Sin duda el reto de las autoridades es estimular la inversión pública, que es el detonante principal de la privada”, enfatizó.
El país debe se debe concentrar en fortalecer su estabilidad macroeconómica, y el ambiente de negocios, de esta manera será mucho más factible lograr los objetivos de crecimiento y bienestar.
Advirtió que para el nuevo gobierno que está por comenzar “más que diseñar programas asistenciales con un elevado costo para el erario, uno de los objetivos principales de las propuestas presidenciales debe ser el estímulo de la inversión pública, que al ser detonador de la privada, contribuye a mejorar el bienestar de los hogares a través de más empleos y mejor remunerados”.