El proteccionismo comercial genera una serie de acciones por parte de cada administración para legitimar las acciones frente a sus ciudadanos y la Organización Mundial de Comercio (OMC) para hacer prevalecer sus argumentos arancelarios.

No sólo eso, sino también una serie de acciones internas para hacer que sus economías no pierdan dinamismo frente a los embates comerciales externos.

Estas dos cuestiones se pueden ilustrar con lo realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien entregará subsidios por 12 mil millones de dólares a los agricultores afectados por los aranceles chinos, europeos, mexicanos, canadienses, entre otros.

Los aranceles aplicados por los chinos y mexicanos a la carne de cerdo ha provocado que se tenga una caída del 25 por ciento en el precio de la carne y se prevé que el costo anual por la guerra comercial para el sector sea de 2 mil 200 millones de dólares.

Mientras tanto, el gigante asiático para evitar una desaceleración en su economía, genera una serie de medidas para impulsar el consumo interno al recortar impuestos e invertir en infraestructura, lo que  también ha realizado la administración Trump.

Pero no sólo ellos toman medidas, también otras economías que se encuentran integradas en bloques como las de la Alianza del Pacífico y el Mercosur comienzan trabajos para asociarse y fomentar el comercio intrarregional en el corto plazo ante la situación que presentan las economías de Estados Unidos y China.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que este proteccionismo comercial podría frenar el crecimiento mundial en 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2020, y lo califica como uno de los riesgos más serios de corto plazo en el desarrollo económico.

Todas estas medidas tendrán un costo interno para los países y nos lleva a la situación del viejo dicho mexicano: “ a ver de qué cuero salen más correas”, es decir, a billetazos tratar de hacer prevalecer sus razonamientos, los que a final de cuentas, como siempre, los paga el ciudadano: con mayores precios por los productos y servicios y por el endeudamiento gubernamental (sin contar empleos y otras cuestiones).

Por lo pronto, los especialistas advierten que serán 2 o 3 años muy difíciles en materia de comercio internacional y a ver cuánto teminan gastando los gobiernos para ganar las disputas comerciales.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...