El Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) adelantó que a pesar de los altos niveles de crecimiento económico que se esperan en este año y el 2022, México seguirá con una recuperación incompleta por rezagos en inversión pública y privada.
El maestro en economía por el CIDE, Raúl Anibal Feliz, especificó que México se recuperará de la pandemia hasta el 2023 y el desempeño que se tiene en la economía mexicana se debe en gran medida a las exportaciones y al incremento de las remesas, que este año, prevé cierren en nivel histórico con 50 mil 575 millones de dólares (mdd).
Especificó que el CIDE pronostica un crecimiento económico de 6.2 por ciento para este 2021 y de 3.9 por ciento para el 2022.
Aníbal Feliz detalló que el consumo para este año crecerá 6.8 por ciento después de una caída de 10.5 por ciento en el 2020 y para el entrante en 3.9 por ciento. En la inversión para este año se pronostica una recuperación de 12.9 por ciento y 5.7 por ciento para el año entrante.
Con las cifras en el consumo e inversión a finales de 2022 “apenas se regresaría a tener el nivel de inversión que teníamos en el 2019”, destacó el catedrático del CIDE.
El también director de Feliz & Asociados destacó que el PIB mexicano todavía no ha regresado a los niveles Pre-Covid, “se encuentra rezagado con 6 meses en donde se encuentra Estados Unidos”, recuperado de la pandemia.
Adelantó Aníbal Feliz que México no cerrará la brecha entre el nivel actual y el potencial que puede alcanzar la economía nacional, “aún creciendo al 4 por ciento el año entrante no cerraría la brecha. Nuestra recuperación es incompleta… la inversión no llegará a niveles pre-Covid”.
Advirtió que si México quiere lograr mejores tasas de crecimiento debe resolver las disputas internas entre el poder político y la iniciativa privada porque en el 2023-2024 la economía internacional tendrá desempeños tan altos como los actuales, por lo que se requiere una inversión doméstica para cerrar la brecha del crecimiento.
Especificó que la actual condición que se vive entre los empresarios y el gobierno federal “hacen dudar que de que un impulso doméstico, ya no externo sea un factor que nos lleve a cerrar la brecha del producto a finales del sexenio, es un reto, sería una pena no cerrarla, y querría decir que la tasa de crecimiento potencial ya no es lo que era”.
El costo transitorio que se vive por los desencuentros entre el gobierno y los empresarios podría terminar por afectar las condiciones de largo plazo al desplomarse el crecimiento de largo plazo, enfatizó Aníbal Feliz.
Por último, Aníbal Feliz enfatizó que los gobiernos y la iniciativa privada invierten “poquito” para enfrentar los cambios estructurales.