En el regreso a la nueva normalidad no se debe pensar en una reconstrucción, sino en una una reinvención que demanda salud y educación universal, así como un sistema tributario del siglo XXI, afirmó la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
En el webminar, Crecimiento, recuperación e inclusión después de Covid-19, la primera mujer en ocupar la silla proveniente de un país emergente (Bulgaria), destacó que la iniciativa privada y el gobierno deben “estar sentados del mismo lado de la mesa en busca de las respuestas a los desafíos que se plantean como consecuencia de la pandemia”.
La directora del organismo multilateral agregó que no se debe pensar en volver a la etapa previa a la pandemia, sino en la preparación a una era de competencia al realizar las reformas estructurales necesarias para que se ocupe un lugar más dinámico y competitivo en el mundo de la post-pandemia en el que hay un enorme potencial para quien logre incorporar las características que permiten una rápida recuperación o resiliencia.
“No se me ocurre mejor momento que una crisis para tomar estos pasos, no hay un mejor momento. Vengo de un país emergente que en los años 90 pasó por una crisis devastadora, todos los modelos económicos, toda la planificación central se vino abajo, mi madre perdió el ahorro de toda una vida en cuestión de día. Recuerdo levantarme a las 4:00 AM para comprar la leche para mi hija, esa fue la crisis que impulso a Bulgaria a reformar sus sistemas”.
Agregó que la realidad económica de los países es muy diversa al tener naciones con alto endeudamiento y los que tienen fundamentos macroeconómicos sólidos que “te salvan cuando las cosas van mal”.
La directora-gerente del FMI enfatizó que “ es absolutamente no retirar el apoyo. Nosotros estamos mirando hacia el futuro y hemos dado financiamiento de diferentes formas para apoyar a 17 países en América Latina. También hemos dado a Perú, Chile y una renovación para Colombia de líneas de crédito flexible”.
Especificó que se los países deben pensar en cómo eliminar los obstáculos al crecimiento y cómo reestructurar la tributación para el siglo XXI, lo que no sólo aplica para algunos países de América Latina, así como la corrección del gasto.
“Hay que concentrarse en cómo fomentar el crecimiento con las medidas de reforma estructural que no se tomaron en los momentos de auge de los precios de materias primas. La reorganización debe reflejar lo que va a ser un espacio fructífero. Este es el momento de hacer todo esto para llegar al otro lado de esta crisis”.
Finalmente, indicó que no se debe pensar en reconstruir sino en pensar hacia el futuro en el que se requieren nuevas habilidades y la universalización de la salud y educación para una economía que se basa en gran medida en los servicios.