Para lo que resta del año y los dos siguientes el dinamismo económico para México no tiene buenas perspectivas por la incertidumbre de la renegociación del TLCAN , la volatilidad cambiaria y las acciones de gobierno de la administración López Obrador, señaló el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) explicó que la incertidumbre de lo que pasará con el TLCAN, aun cuando las negociaciones bilaterales entre México y los Estados Unidos prácticamente han concluido, más la volatilidad del tipo de cambio que ha vuelto a tomar fuerza y el repunte de la inflación y las acciones que tomará el nuevo gobierno, “han llevado a una mayor cautela sobre la evolución de la economía en lo que resta del año y los dos siguientes”.

Los resultados de la Encuesta Sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado anticipan que el promedio de crecimiento del PIB para el presente año será de 2.14 por ciento, lo que significó su segundo ajuste a la baja de manera consecutiva.

Para el 2019 se espera un avance de 2.16 por ciento, que en este caso representó su tercer ajuste a la baja. No obstante, después de haberse corregido a la baja en dos ocasiones seguidas, el pronóstico para el 2020 se elevó a 2.36 por ciento, aunque es evidente que esto no refleja señales de un dinamismo importante.

“De hecho, la estimación promedio de crecimiento para los próximos diez años es de 2.5 por ciento, lo que parece anticipar que la economía mantendrá un avance inercial e insuficiente para satisfacer las necesidades de la población” enfatizó el CEESP.

El constante aumento de los precios de energéticos, especialmente de la gasolina de bajo octanaje, que tiene uno de los ponderadores más altos dentro del índice general de precios, ha tenido una incidencia importante en el repunte de la inflación, lo que contribuye a que los pronósticos apunten a un cierre del año con una 4.41 por ciento, que es la estimación más alta desde que se inició el sondeo de la inflación para 2018.

Aunque se estima que la inflación retomará una tendencia a la baja, para los próximos dos años los pronósticos se ubican en cerca de 3.7 por ciento, aún lejos del objetivo puntual del Banco de México de 3.0 por ciento, lo que parece indicar que se mantendrán algunas presiones sobre los precios. “La inflación promedio para los próximos 5 a 8 años se estima en 3.67 por ciento”.

Dado el ajuste a la baja en los pronósticos de crecimiento para el presente y el siguiente año que anunció el Banco de México y los que se reportaron en la Encuesta de Expectativas del Sector Privado, se anticipa que en lo que resta del 2018 y en todo el 2019 el ritmo de avance de la economía mantendrá un comportamiento inercial, que también resentirá el efecto de un nuevo sexenio.

Las cifras indican que estacionalmente el primer año de cada gobierno el PIB reduce claramente su tasa de crecimiento.

Después de la euforia que generó el resultado electoral del pasado primero de Julio, que propició que el índice de confianza del consumidor aumentara 14.4 por ciento respecto el mes previo y que significó su mayor avance mensual desde que se inició la serie en 2001, en Agosto pareciera que ese optimismo se oscureció muy rápido, toda vez que este indicador reportó una disminución mensual de 0.2 por ciento, respondiendo principalmente a la caída en la percepción sobre la situación actual y futura de la economía en su conjunto.

La disminución podría estar relacionada con la preocupación de los consumidores en cuanto a la claridad de cómo se instrumentarán los programas prometidos durante la campaña presidencial y de la inquietud sobre si se materializarán y a partir de cuándo se distribuirán los apoyos económicos que se ofrecieron a diversos sectores de la población.

“El hecho es que al menos hasta el 2020 las expectativas no anticipan un mejor desempeño de la economía en su conjunto. Esto sin considerar aún el impacto que pueda tener al acuerdo final que resulte de la renegociación del TLCAN, así como las políticas económicas instrumentadas por el nuevo gobierno”.

Sin embargo, existe la confianza de que las acciones que tomen las nuevas autoridades contribuyan al fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica, de tal manera que pueda observarse una mejora en el ritmo de crecimiento económico y la creación de empleo en los próximos años, señaló el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...