La industria automotriz, distribuidores y autopartistas proponen medidas que abordan cuestiones fiscales, comercio exterior, apoyo financiero y cambios en las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) para enfrentar la crisis sanitaria.
La cadena automotriz ante la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 dijo que han tomado acciones muy concretas para mitigar los efectos de la pandemia.
Las medidas sanitarias afectan la operación del sector y advierten que el sector se encuentra en la antesala de una ampliación de un periodo de depresión del mercado interno en más de 90 años.
El sector representa el 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y 20.5 por ciento del PIB en el sector manufactura.
Se prevé que la industria, que hoy constituye cerca de 980 mil empleos directos y de la que dependen poco más de 3.6 millones de mexicanos puede vivir un ajuste.
Ante la situación apremiante solicita que el sector automotriz propone que sea considerada una industria esencial por ser generador de empleo, transferencia de tecnología y atracción de inversiones.
En materia de comercio exterior reconsiderar la fecha de entrada en vigor de las reglamentaciones uniformes y la regla de origen automotriz hasta el 01 de Enero del 2021, con el fin de darle tiempo a la industria para poder implementar las medidas de esta nueva reglamentación.
También asegurar la operación continua de las aduanas para garantizar el flujo de mercancías de importación y exportación, así como reforzar las medidas regulatorias a la importación de vehículos usados y vehículos ilegales, los cuales son alto riesgo para el círculo de valor de la industria.
También planteó apoyo financiero, a través de créditos blandos, a pequeñas y medianas empresas de la cadena de proveedores, pertenecientes al sector manufacturero.
La industria en sujeto solicitó acordar un calendario razonable para la revisión de las Normas Oficiales Mexicanas, con el fin de enfocarnos en estos momentos en los principales desafíos que enfrenta el país.
En el terreno fiscal plantearon que los colaboradores afectados por los paros técnicos con créditos fiscales por un monto equivalente al 50 por ciento de sus salarios; acordar con las autoridades estatales la aplicación de tasa cero de impuesto a sueldos y salarios mientras perdure la crisis;. en caso de un inevitable reajuste de la plantilla laboral, apoyar con becas a los obreros que sean separados de su trabajo en tanto se recuperan los niveles de producción previos a la crisis.
También acelerar la devolución del IVA, posponer los términos para la declaración anual de impuestos; reanudar la práctica de la compensación universal; acelerar la depreciación de activos con el fin de promover las inversiones, exentar por lo menos un año el ISAN e incrementar la deducibilidad de unidades a 350 mil pesos.