Las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) requieren ampliar las canales de fondeo para poder financiar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) en México requieren de financiamiento adecuado para enfrentar los momentos de cautela e incertidumbre que enfrenta la economía mexicana.
El director comercial de Serfimex, Alfonso Vega Ruíz, que las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) señaló que para aprovechar esta oportunidad las Sofomes tendrán que desarrollar nuevos canales de fondeo como el mercado bursátil, donde en los últimos dos años han obtenido financiamiento por 201 mil millones de pesos (mdp), o aproximarse a opciones mas novedosas como el crowdfunding.
Las más de 1mil 600 Sofomes que existen han mostrado un crecimiento de entre un 20 a un 30 por ciento al cierre del primer trimestre lo que vislumbra un buen arranque de sexenio para estas instituciones financiera no bancarias.
El dinamismo del sector podría ser mayor a medida que vaya disminuya la incertidumbre, apoyado con la posible baja de tasas por parte del Banco de México (Banxico) que hasta el momento ha decidido conservar la tasa de referencia en 8.25 por ciento.
El directivo de la Sofom Serfimex, consideró que las pymes cada día más recurren a instrumentos de financiamiento alternativos distintos a la deuda ordinaria.
El financiamiento basado en activos incluye instrumentos de financiamiento que se basan en el valor de activos específicos, en lugar de en la solvencia crediticia.
Dentro de esta categoría, destacan el arrendamiento, así́ como el factoraje y el descuento de facturas al ser los instrumentos mas conocidos y utilizados.
Para no limitar la capacidad de producción futura y aumentar el empleo será importante evitar un aletargamiento de la inversión actual y las Sofomes como Serfimex Capital están dispuestas en apoyar a las pymes mexicanas, puntualizó Alfonso Vega.
Señaló que de acuerdo con cifras del Centro Internacional para el Desarrollo de la Competitividad (CIDCE) México es el segundo país con más startups en América Latina, y el 65 por ciento de los emprendimientos fracasan por no tener ingresos suficientes para subsistir.