En la antesala de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) por el anuncio de política monetaria, CI Banco afirma que con decisión dividida subirá en 25 puntos base para mantener el camino a la meta de inflación del 3 por ciento.
Este jueves 30 de Septiembre la Junta de Gobierno del banco central discutirá sobre la tasa objetivo para mantener ancladas las expectativas de inflación a pesar de las presiones inflacionarias que se viven en el terreno local e internacional.
Señaló que la decisión dividida (3 a favor y 2 en contra) se justificará por los actuales niveles de inflación, ya que después de la moderación observada en Agosto, los precios al consumidor aumentaron más de lo esperado en la primera quincena de Septiembre, porque se desvanecieron los efectos de un precio máximo al gas LP.
Bajo un escenario de presiones inflacionarias transitorias, la política monetaria tiene poco espacio para ayudar a bajarla, ya que sus efectos son en mayor medida de mediano y largo plazos, tiempo en el que seguramente los precios ya pudieron haber convergido.
Las decisiones recientes del Banxico de subir su tasa de fondeo no implican una política monetaria restrictiva, sino una disminución en su carácter expansivo. Además, el impacto que podría tener las recientes alzas de tasas en el ritmo de recuperación económica de México es muy limitado. Difícilmente se puede convertir en un freno adicional para el consumo y la inversión.
Señaló que los impactos de la decisión de Banxico se consideran temporales, porque la tendencia del comportamiento del peso mexicano la sigue definiendo en gran medida la especulación sobre los futuros pasos de la Reserva Federal.
El mercado cambiario mexicano descuenta una subida de tasa de interés por parte de Banxico en esta reunión del jueves por 25 puntos base. De cumplirse este escenario, la reacción de la moneda mexicana sería escasa, pero ligeramente positiva, por alrededor de 7 centavos.
Finalmente, el documento de CI Banco advierte que cuando se torna duradera, una tolerancia monetaria actual puede tener altos costos de credibilidad en el banco central, lo cual requeriría decisiones futuras más drásticas que las deseadas al tener que impulsar alzas mayores.