La política monetaria no debe mantenerse por mucho tiempo con un tono restrictivo porque afecta el crecimiento económico, las finanzas públicas, atracción de capitales especulativos, apreciación del tipo de cambio que afecta exportaciones, consumo e inversión, ya que podría terminar por desestabilizar la economía, reveló la minuta de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
La minuta de la junta del anuncio de la decisión de política monetaria del pasado 14 de Noviembre, en la que se recortó 25 puntos la tasa para quedar en 7.50, los subgobernadores, Jonathan Heath Constable y Gerardo Esquivel Hernández, coincidieron en disminuirla en 50 puntos porque la inflación se encuentra controlada en el rango objetivo y se cuentan con los espacios suficientes para una política menos restrictiva en favor de impulsar una economía más dinámica.
El documento del Banxico indicó que la mayoría de los miembros señaló que en un entorno de marcada incertidumbre, el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja.
Un miembro consideró que dicho balance se ha deteriorado significativamente ante la dinámica desfavorable del sector servicios y enfatizó que “uno de los riesgos más importantes que actualmente enfrenta la actividad económica es que continúe una postura monetaria muy restrictiva por un periodo demasiado prolongado, pues esta opera a través de canales que afectan variables reales como el consumo y la inversión”.
Otro integrante sostuvo que una tasa de interés demasiado elevada, además de afectar el crecimiento y las finanzas públicas, contribuye a mantener apreciado el tipo de cambio, lo cual no sólo afecta a las exportaciones netas, sino que atrae capitales especulativos, que podrían aumentar la vulnerabilidad financiera del país.
“Afirmó que es posible que una tasa de interés demasiado elevada, que en principio buscaría proteger a la economía de algunos riesgos, pudiera terminar siendo, paradójicamente, un factor adicional de desestabilización”.
Otro añadió el efecto negativo en las finanzas públicas del sostenimiento de una tasa de interés demasiado elevada.
Se mencionó en una reunión con el FMI que la debilidad de los ingresos públicos puede generar presiones y que, en ausencia de medidas adicionales para elevar ingresos o reducir gasto, se estima que surgirá un faltante fiscal de entre 0.5 y 1.5 por ciento del PIB durante los próximos cinco años.
Los integrantes de la junta comentaron que es probable que factores negativos como la escasez de combustible, bloqueos, huelgas y suspensión de proyectos importantes (NAIM) que afectaron el desempeño en 2019 no se presenten de nuevo en el año entrante.
La mayoría mencionó que el entorno actual sigue presentando importantes riesgos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía.