En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se solicita por 11 empresas el regreso de la Guardia Nacional por corrupción que no permiten el trabajo de 300 unidades que las acosan con multas.
Los permisionarios informan que autoridades del aeropuerto controlados por la Marina desplazaron a la Guardia Nacional y pusieron a agentes de tránsito cuyo objetivo ha sido obstruir abiertamente el trabajo de los permisionarios autorizados, al grado de quitarles su tarjetón y llevar sus unidades a confinamiento de forma permanente.
De las casi 2 mil unidades a 300 permisionarios se les acosa con multas para que no trabajen.
Aseguran que existen órdenes de autoridades aeroportuarias para que los taxis de aplicación sean los beneficiados con estas decisiones, ya que incluso han dado paso a un proceso constante de inmovilización de las unidades de los permisionarios.
Ante tal situación se deteriorado la actividad de más de la mitad de los permisionarios del servicio de taxis del aeropuerto capitalino.
A favor de taxis de aplicación
Explican que incluso en el aeropuerto se han puesto algunos cartelones de ascenso y descenso que abiertamente dejan “cargar” a los taxis de aplicación, quienes incluso han admitido que dicha concesión ha sido propiciada por el capitán Moisés Alfonso Magallanes, subdirector de Terminal y de Supervisión de Transportación Terrestre el este aeropuerto.
Los permisionarios aseguran que este funcionario recibe “disimuladamente y en lo oscurito” a representantes de empresas de taxis de aplicación como Uber y Didi, entre otras, mientras que los permisionarios autorizados no son atendidos.
Los permisionarios solicitan que se haga una revisión de todos los expedientes que han sido firmados por el capital Magallanes, ya que hasta ahora no contesta ningún oficio y quien lo hace es la apoderada legal del aeropuerto, Rocío Gabriela Sotelo, quien evidentemente no tiene las facultades del Moisés Alfonso Magallanes.
Además, advierten que la llamada Revista que aplicará este funcionario para supuestamente mejorar el servicio a los pasajeros con unidades estéticamente mejor presentadas y mejores condiciones mecánicas, tiene en el fondo el objetivo de que por lo menos mil unidades autorizadas no cumplan con diversas exigencias administrativas y de pepeleo “fuera de lugar”, y queden sin posibilidad de trabajar, concluyeron los permisionarios.