El gasto corriente en la primera mitad del año se elevó un 7 por ciento y al final del sexenio se terminará con finanzas públicas débiles en comparación a los tres sexenios anteriores, por lo que la inversión debe jugar un papel fundamental para impulsar un mayor crecimiento interno en la siguiente administración.

Durante la primera mitad del año las finanzas del sector público mostraron cierto grado de debilidad, sin señales claras de una mejora importante en el corto plazo, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Las cifras de la SHCP en la primera mitad del año los ingresos totales del sector público sumaron 2 mil 500.3 (mdp), cifra que representó una caída de 10.3 por ciento en términos reales respecto al mismo lapso del año pasado.

De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los primeros seis meses del año se acumuló un gasto total de 2 mil 790.4 millones de pesos(mdp), cifra que superó en 4.9 por ciento real la reportada en igual lapso del año pasado.

A su interior, el gasto corriente se elevó 7 por ciento, sobresale el incremento real de 19.6 por ciento, en el rubro de otros gastos de operación, que en términos absolutos significó un aumento de 63.1 mdp. Un aspecto que llama la atención y que puede ser buena noticia, es el crecimiento de 5.9 por ciento en el gasto en inversión física.

El incremento del gasto corriente se puede atribuir a las necesidades que propicia el periodo electoral de finales de sexenio.

«Un aspecto preocupante es que después del aumento del gasto de operación, el costo financiero del sector público haya sido el segundo rubro con mayor incidencia en el comportamiento del gasto total al haber reportado un incremento anual de 13.1 por ciento en términos reales, lo que en cifras absolutos fue equivalente a 52.1 mdp».

Sin duda este resultado refleja, por una parte, el elevado nivel de endeudamiento público y por otra, el constante aumento de las tasas de interés.

No hay duda de que este sexenio concluirá con una mayor debilidad en las finanzas públicas respecto a los tres sexenios previos, por lo que es fundamental insistir en un fortalecimiento de las fuentes de recursos recurrentes y una revisión del ejercicio del gasto.

La inversión productiva y recursos bien dirigidos para solventar carencias de los hogares son fundamentales para impulsar la inversión privada de largo plazo, lo que se debe complementar con un fortalecido estado de derecho y reglas del juego claras que inhiban la corrupción e impunidad que ha propiciado que nuestro país se sitúe entre los peor calificados en materia de desvío de fondos públicos.

En el mejor de los casos 2018 concluirá dentro de los parámetros estimados en los Criterios Generales de Política Económica. Aunque se debe considerar que la estacionalidad, especialmente del gasto cambia considerablemente en el último año de cada sexenio, especificó el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...