No puede haber una economía próspera, por el contrario, se genera un clima hostil para las empresas, quienes se ven forzadas a cerrar operaciones por el crimen organizado, señaló el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
“Los altos niveles de violencia se han convertido en los mayores obstáculos para la actividad productiva. Hace dos meses, Coca Cola-Femsa anunció el cierre de un centro de distribución en Guerrero porque el asedio del crimen organizado era insoportable. La semana pasada, la empresa LALA se vio obligada a cerrar en Ciudad Mante Tamaulipas por razones similares, lo mismo que la Mina Dolores, en Chihuahua, donde trabajan más de mil 800 empleados”.
La cúpula empresarial enfatizó que la impunidad con la que actúan los criminales en México y la omisión de las autoridades para proteger la integridad de los trabajadores e inversionistas son inaceptables.
La pasividad gubernamental se extiende a otros grupos organizados que violan la ley y atentan contra el patrimonio de la sociedad sin ninguna consecuencia: normalistas y maestros en Chiapas, Michoacán o Oaxaca obstruyen vías estratégicas de comunicación o saquean a repartidores de diversas empresas sin que nadie haga nada.
El robo en autotransporte se duplicó en el primer trimestre de este año, respecto al mismo periodo de 2017. Y aún más grave, más de 90 políticos han perdido la vida en este proceso electoral.
“Es inconcebible que fallemos al proteger la vida de los ciudadanos frente a la delincuencia. No podemos permitir que se despoje a los trabajadores de lo que ganan a diario con tanto esfuerzo; ni podemos aceptar que se obstruya y afecte a las empresas que generan empleos, porque no existen condiciones de seguridad para operar”.
El CCE demandó que e no se postergue más la profesionalización de las policías; que se multiplique el estado de fuerza donde sea necesario y que se coordinen acciones con las Fuerzas Armadas cuando las autoridades civiles son rebasadas por la delincuencia.
La inseguridad se traduce en pérdida de empleos en las comunidades mexicanas y una peor perspectiva de inversión por parte de los mercados globales hacia México, advirtió el CCE.
“Sólo un México seguro puede ser un México próspero y justo, a la altura de los anhelos y aspiraciones de las y los mexicanos”, concluyó la cúpula empresarial.