Después de los resultados electorales con Andrés Manuel López Obrador como ganador y con la ausencia de una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el tipo de cambio presentó un comportamiento diferente al esperado por los analistas, una apreciación.
El escenario menos benéfico para el peso frente al dólar que se proyectaba era un TLCAN inconcluso y unas elecciones que dieran como ganador al candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que podría llegar a 23 pesos o más, ante un conflicto electoral.
Sin embargo, la respuesta se encuentra en dicho escenario, pero el peso la semana pasada presentó una apreciación superior al 4.5 por ciento frente a la divisa norteamericana.
La respuesta en gran medida se debe a la actitud de los empresarios que expresaron abiertamente su falta de afinidad contra López Obrador, ahora lo reconocen y se dicen abiertos a trabajar con la nueva administración federal para sacar adelante a México de la pobreza que viven más de 50 millones de mexicanos.
Además, diferentes sectores productivos se han reunido o esperan reunirse con el ganador de las elecciones presidenciales para presentarle sus proyectos y hacer más dinámico su desarrollo económico.
Asimismo, los proyectos económicos de la siguiente administración, expresados por el siguiente Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, parece que no causan sobresaltos y son vistos con agrado en algunos sectores.
Esta semana el peso comenzó con un retroceso frente a la divisa norteamericana, pero por un incremento en la inflación, ya que se rompió la tendencia que presentaba a la baja y pone focos amarillos para el desempeño futuro de los precios, que con todo y estímulo fiscal en gasolinas sigue con presiones por el incremento en la gasolina de bajo octanaje.
Sólo resta esperar que cuando se convierta en gobierno el rally positivo continúe y se llegue al nivel que se proyectaba de 17.50 pesos por dólar.