Esta es la última semana del sexenio de Enrique Peña Nieto, por lo que vale la pena analizar su mandato con los aspectos positivos, retos y oportunidades que deja a la siguiente administración.

Entre los aciertos de esta administración destacan: 1) la inyección de confianza con la firma del Pacto por México, 2) promulgación de reformas estructurales, 3) el Momento Mexicano que dio pie a mayor inversión nacional y extranjera, así como un mayor consumo y 4) estabilidad macroeconómica.

La inyección de confianza al inicio del sexenio, con la firma del Pacto por México fue lo que dio pie a las reformas estructurales que tenían tanto tiempo pendientes.

Las reformas, podría decirse, fueron lo mejor del sexenio de Peña Nieto, en particular la energética y la de telecomunicaciones, que han sido de beneficio para México por una mayor entrada de inversión extranjera directa y en el caso de las telecomunicaciones, por una disminución de las tarifas al consumidor.

Con la mayor inversión en el sector energético se espera en el largo plazo tener una mayor producción de petróleo y con ello disminuir el déficit petrolero que se ha observado desde 2014 y que en el tercer trimestre de 2018 ascendió a 1.87por ciento del PIB.

Con las reformas surgió el llamado “Momento Mexicano” y con éste, una mayor confianza empresarial y del consumidor que impulsó la inversión y el consumo para alcanzar un crecimiento económico máximo en el año 2015 de 3.3por ciento.

La confianza y estabilidad macro permitieron que la Inversión Extranjera Directa en México durante el sexenio ascendiera a 198,733 millones de dólares (hasta el tercer trimestre del 2018), cifra récord para ese indicador.

Asimismo, en el 2013 cuando el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos empezó a hablar de recortes en las compras de bonos, México no sufrió salidas de capitales al contrario de otros países, debido a que las finanzas públicas no eran un punto de preocupación.

Para 2014, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló en un artículo titulado “Volatilidad en mercados emergentes: lecciones del taper tantrum”, que ante el episodio de especulación sobre la política monetaria de la Reserva Federal en Mayo de 2013, la profundidad de algunos mercados, como el mexicano, permitió un ajuste moderado de los portafolios de inversión sin que se observara un fuerte incremento en la volatilidad o salidas de capitales, en comparación a otras economías emergentes en el mismo periodo.

No obstante, el mismo artículo destacó el riesgo de mayores salidas de capitales debido a la fuerte entrada de inversión de portafolio a México, Brasil, China y Turquía, en los años posteriores a la crisis de 2009. Los aciertos parecen haberse dado al inicio del mandato, pero la estabilidad macroeconómica se mantuvo durante el sexenio con un crecimiento promedio hasta el 2017 de 2.5por ciento anual.

Desaciertos Económicos

Entre los desaciertos del sexenio de Peña Nieto destacan: 1) mayor endeudamiento público a mitad del sexenio, 2) inconsistencia en los anuncios de recortes del gasto, 3) composición del gasto público y 4) áreas de oportunidad en las reformas estructurales.

El mayor endeudamiento público que se observó principalmente entre 2014 y 2016, propició que la inflación empezara a subir y que fuera tema en las minutas de Banxico.

La consecuencia del mayor endeudamiento y del incremento en el tipo de cambio por la especulación en torno al inicio de la normalización de la política monetaria en EU, la inflación subió gradualmente a un máximo en el sexenio de Peña Nieto de 6.77 por ciento en Diciembre de 2017.

Debido a que se acentuaron los riesgos al alza para la inflación desde finales de 2014, Banxico decidió subir su tasa de referencia de manera más acelerada que la Reserva Federal desde 3 por ciento en Diciembre de 2015 a 8 por ciento a la fecha.

Al inicio del sexenio de Peña Nieto la deuda pública representaba 33 por ciento del PIB, mientras que a la fecha se ubica en 46 por ciento, cerca del nivel máximo considerado como techo de endeudamiento para una economía como México.

El segundo desacierto fue la inconsistencia en los anuncios de los recortes al gasto público, ya que en los años de 2015 y 2016 el gobierno federal anunció que llevaría a cabo recortes, sin cumplirlo.

En 2015, cuando el precio del petróleo disminuía significativamente y se especulaba que el banco de la Reserva Federal de Estados Unidos empezaría con la normalización de la tasa de interés, el gobierno anunció un recorte del gasto de 124 mil 300 millones de pesos (mdp).

Ante la tendencia bajista del crudo el 17 de Febrero de 2016, se realizó un anuncio conjunto de la SHCP y Banxico, en donde se realizó un ajuste al gasto de la administración pública federal por 0.7 por ciento del PIB o 132.2 mil millones de pesos, mientras que Banxico decidió incrementar en 50 puntos base el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día de 3.75 por ciento y la Comisión de Cambios suspendió a partir de este anuncio los mecanismos de ventas de dólares vigentes.

El 25 de Junio de 2016, dos días después del referéndum del Brexit en el Reino Unido, la Secretaria de Hacienda comunicó el segundo recorte al gasto público en ese año por un total de 31 mil 715 mdp.

Cinco días después, el 30 de junio, el Banco de México decidió incrementar en 50 puntos base en la tasa de interés, llevándola a 4.25 por ciento. En esos momentos los anuncios de recortes en el gasto públicos eran lo adecuado, pero no llevarlos a cabo se tomó como una falta de disciplina fiscal que provocaron que las calificadoras Standard & Poor’s y Fitch Ratings cambiaron la perspectiva de la deuda soberana de México de estable a negativa, poniendo en riesgo la calificación crediticia y dejando vulnerable a salidas de capitales.

Respecto a la composición del gasto público, para el sexenio de Peña Nieto destaca que el gasto corriente pasó de representar 73.6 por ciento del total del gasto programable en 2013 (su primer año de gobierno), a representar 79.5por ciento en el 2017, mostró un crecimiento promedio anual de 5.4 por ciento.

Por su parte, el gasto en inversión física, el cual tiene un efecto multiplicador sobre la economía, pasó de representar el 22.2 por ciento del gasto programable en su primer año de gobierno a 14.7 por ciento en 2017, decreció en promedio a una tasa anual de 2.8 por ciento.

Los desaciertos económicos parecen haberse concentrado en el manejo de las finanzas públicas, por el endeudamiento, forma de gasto, e inconsistencia entre lo anunciado y lo aplicado.

Finalmente, algunas de las reformas fiscal, educativa y financiera tienen áreas de oportunidad en donde los aspectos contemplados no maximizan el beneficio económico para México.

Oportunidades

Entre las oportunidades destacan: 1) la diversificación de las exportaciones, 2) incentivo al turismo, 3) arreglo de algunas de las reformas de Peña Nieto, 4) composición del gasto público y 5) mejor percepción sobre México.

Aun y cuando el T-MEC ya está negociado, falta ser aprobado por los congresos de México, Estados Unidos y Canadá. Además, para ningún país es sano depender tanto de otro, como México depende del comercio con Estados Unidos (el 73por ciento de las exportaciones mexicanas van hacia EU). La diversificación no se da de manera natural, sino que debe realizarse de manera estratégica esperando resultados en el largo plazo.

Dentro de la diversificación el turismo debería ser un sector de prioridad. Los expertos sugieren que para atraer turistas internacionales es necesario contar con rutas eficientes, en donde el número de escalas para llegar al destino final es un determinante importante. Así, el manejo del aeropuerto en Cd. de México (tiempos entre vuelos y retrasos) será un factor que puede detonar o deprimir el turismo y la entrada de divisas por este concepto.

Sobre las reformas existen muchas discusiones sobre lo que es mejor para México. La fiscal parece ser la más urgente en términos económicos, pensando en finanzas públicas más sanas.

Respecto a la composición del gasto, es importante mencionar que al calcular el efecto multiplicador del gasto para México resulta que en términos estadísticos es nulo, probablemente por la forma y composición del gasto de gobierno. De esta manera, cuando el gobierno hace una erogación no genera un mayor crecimiento económico, siendo un área de oportunidad importante.

Sobre la percepción.- La inversión es el motor interno que puede hacer un círculo virtuoso de mayor crecimiento, mejor productividad, mayores salarios y desarrollo económico en el largo plazo. Sin embargo, la inversión privada (ya sea de origen nacional o extranjera) depende en gran medida de las expectativas del país y mientas exista incertidumbre sobre lo que puede suceder la inversión no crecerá en gran medida.

En este sentido favorecer la estabilidad del tipo de cambio (que se ha convertido en un termómetro de la percepción de la economía mexicana), sin mermar la autonomía de Banxico ni cambiar el régimen cambiario, puede llevar a México a tener una menor inflación, menor tasa, mayor inversión y mayor crecimiento económico.

Otras áreas de oportunidad sobre la economía mexicana que datan de larga historia y que han sido muy bien estudiados son: 1) bajo nivel educativo, 2) estado de derecho y legalidad y 3) corrupción. Factores que inhiben el crecimiento y el desarrollo económico de la República Mexicana.

Gabriela Siller Pagaza
Análisis Económico Banco BASE
gsiller@bancobase.com

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...