Los costos humanos y económicos de la delincuencia en México han aumentado a niveles históricos, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI), al destacar que (hasta ahora), 2017 ha sido el año más violento en México, con más de 25 mil homicidios, lo que significa un aumento del 50% desde el 2015.

Christian Saborowski, Economista en Jefe en el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, subrayó que los economistas suelen distinguir los costos directos e indirectos asociados con el crimen.

En ese contexto detalló que en su “Gráfico de la Semana” de la última evaluación económica de México, mostraron que es probable que los costos indirectos, por sí solos, sean considerables en México.

“Esto se debe a que las encuestas muestran que muchas de las empresas del país sentían que no tenían más remedio que cancelar los planes de crecimiento; las rutas de distribución, o reducir los horarios de trabajo, en medio de las crecientes preocupaciones por la inseguridad”.

El gráfico muestra que la actividad económica de las microempresas del país, –más del 95% de las empresas mexicanas que emplean solo a hasta 10 personas, como las panaderías familiares de esquina–, es la más vulnerable.

Refleja que alrededor del 13% de las microempresas afectadas por el crimen cancelaron su expansión comercial, mientras que casi un quinto redujo los horarios de trabajo.

Prevención y daños añadidos al costo

Saborowski señaló que luego están los costos directos, y precisó que para los hogares y las empresas combinadas, los costos directos de la delincuencia, como las medidas preventivas y los daños, aumentaron a un asombroso 2.5% por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en 2017.

Sin embargo, el especialista resaltó que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que rastrea el crimen que afecta a los hogares y empresas, los costos directos relacionados con el crimen para los hogares aumentaron de 1.1% del PIB en 2016, a 1.65% en 2017, y agregó que en el caso de las empresas del país, dicho instituto informó que el total ascendió a 0.9% del PIB.

Las microempresas 

“Las microempresas afectadas por el crimen cancelaron su expansión empresarial. Incluso las empresas más grandes no son seguras”, enfatizó.

Dijo que si bien la delincuencia restringe desproporcionadamente a las microempresas, también afecta a las empresas más grandes.

“El gigante petrolero y gasífero estatal de México, PEMEX, es un ejemplo que muestra que incluso las grandes empresas no son inmunes a los actos delictivos que afectan las operaciones.

“La compañía ha informado que el número de grifos ilegales de sus ductos ha aumentado en un 50% en 2017 en comparación con el año anterior, y aproximadamente 15 veces desde el 2010. PEMEX estima que solo el robo de petróleo le está costando a la compañía 1.6 mil millones de dólares por año, lo que equivale a aproximadamente el 0.14% del PIB”, subrayó.

En este contexto manifestó que estos hallazgos enfatizan los graves costos humanos y económicos asociados con el crimen, y también alertó que continúan pesando sobre el objetivo de México de niveles de vida más altos, y de pobreza y desigualdad, más bajos.

“La magnitud de los costos económicos se suma a las muchas otras razones por las cuales la lucha contra el crimen debe ser una prioridad política en México.

“Desarrollar políticas para reducir el crimen e implementarlas de manera efectiva no es una tarea sencilla. Sin embargo, mejorar la eficiencia y la calidad de la aplicación de la ley y las instituciones judiciales, probablemente tendría que ser una parte crítica de cualquier paquete de políticas para fortalecer con éxito la seguridad en México”, concluyó el especialista del FMI, Christian Saborowski.