Alrededor de 2 mil 500 millones de adultos en el mundo que no cuentan con ningún servicio financiero formal y la vida digital puede ayudar a disminuirlos, señaló Carlos Orta Tejada, Socio Líder Funcional de Riesgo Regulatorio de Deloitte México.
“La inclusión financiera permite planear a largo plazo, invertir, ahorrar y tener una mayor seguridad en la administración de los recursos”, argumentó Orta y añadió que “los retos a los que se enfrenta México en términos de acceso a los servicios financieros son infraestructura insuficiente, la limitada capacidad de la población para tomar decisiones con respecto al uso de estos servicios, y la inclusión de la informalidad a los mismos”, frente a los asistentes a la mesa redonda “Impulsando la inclusión financiera” realizada la semana pasada por Oxford Business Group (OBG), firma internacional de investigación de mercados y consultoría, junto con Deloitte.
Evento que contó con la participación de ponentes especializados en el tema como Juan Pablo Graf Noriega, Titular dela Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP); José Antonio Quesada Palacios, vicepresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV); Abel Hibert, subjefe de la Oficina de Análisis e Innovación de la Oficina de Presidencia; Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México y presidente de Banco Azteca; y Gabriel Oswaldo Contreras, Presidente Comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones, quienes dieron su visión de este sector en el país.
Juan Pablo Graf Noriega, Titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro SHCP habló sobre el Programa Nacional para la inclusión financiera de la (SHCP), “en México, como muchos otros países en desarrollo, el uso de efectivo tiene una incidencia más alta que en otros países más avanzados”. Y mencionó que las medidas del programa que se realizaron en conjunto con el Banco de México marcan la política financiera de la nueva administración como: cambiar la forma de hacer pagos y cobros mediante un sistema llamado CoDi, plataforma para realizar transacciones desde el celular, la búsqueda de una reforma legal para que los jóvenes entre 15 y 17 años de edad puedan abrir una cuenta bancaria de mutuo propio, el aumento en la transparencia en el cobro de comisiones en las cuentas bancarias y de crédito, y facilitar el movimiento de clientes entre instituciones financieras, para que estas puedan competir de manera más abierta para atraer clientes.
Por su parte, José Antonio Quesada Palacios, vicepresidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se refirió al estado actual de la inclusión financiera de los mexicanos y cómo se ha venido reduciendo la brecha de género en el país en esta materia: “El uso de los servicios financieros es muy limitado, hay gente que usa su cuenta para hacer un depósito y retiro, no utiliza la plataforma financiera para hacer su vida más fácil y segura. El 50por ciento de la gente que tiene un celular no utiliza el sistema financiero”, comentó y subrayó que el 40por ciento de la población femenina espera que una vez que ya no formen parte de la población económicamente activa, sea un familiar o el gobierno el que las ayude, frente a un 20por ciento de hombres. Esto es grave, ya que las mujeres viven más, pero cotizan menos. Va a ser importante conocer los comportamientos de la población, los mexicanos no ven con afabilidad el poder transaccionar a través del sistema financiero y hay que trabajar para modificar ese comportamiento”, afirmó Quesada.
Para lograr una inclusión financiera exitosa, considerando que una parte importante de la actividad económica del país se desarrolla desde la informalidad, Abel Hibert, subjefe de la Oficina de Análisis e Innovación de la Oficina de Presidencia opinó que, “esta informalidad se refleja en muchos indicadores en México, pero uno de ellos es el uso de los servicios financieros. Estamos ante un cambio de paradigma, ahora el concepto de cuenta bancaria ya no es ir a una institución financiera, es otro servicio”. Para que toda esta población tenga acceso a los servicios, se debe desincentivar el uso de efectivo, que tiene muchas desventajas como, por ejemplo, la corrupción, resaltó.
Es necesario coordinar los esfuerzos del sector público y privado y sumar las capacidades de la banca para lograr una mayor inclusión financiera.
El presidente de la Asociación de Bancos de México y presidente de Banco Azteca, Luis Niño de Rivera, indicó que son pioneros en el uso de datos biométricos, como validación de huellas, entre otras herramientas para aperturas de cuentas, explicó que “estamos en la transición del mundo análogo al mundo digital, que nos está llevando a una cantidad importante de servicios, como el sistema CoDi, que va a permitir hacer pagos electrónicos con un costo mucho más bajo por transacción y sin costo por comisiones a los usuarios de la herramienta (comerciantes y personas físicas), lo que permitirá que disminuya el consumo de efectivo y eventualmente desaparecerlo”.
“Hay alrededor de 62 millones de teléfonos celulares inteligentes en México, 45 millones de esos tienen bajada una aplicación de alguna índole, y de esos, 14 millones tienen bajada una aplicación bancaria. Hay un margen enorme para seguir desarrollando la inclusión financiera a través de las aplicaciones”, afirmó Niño de Rivera.
Por último, Gabriel Oswaldo Contreras, Presidente Comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones, expuso que “en cuanto a conectividad tenemos una sola carretera para prácticamente todo, salud, educación, gobierno, etc.
El celular se ha convertido en la vía principal para acceder a internet, 90 de cada 100 personas lo utilizan, mientras que, a través de una computadora, son 30 de cada 100 personas.
El 84 por ciento de los teléfonos que se usan en este país son smartphones, desde donde estés puedes tener cualquier servicio, incluido el financiero. Sin embargo, solo 15 de cada 100 usuario de smartphone hacen operaciones bancarias a través del móvil.
En materia de conectividad, México en los últimos años ha multiplicado por tres las líneas de banda ancha móvil, donde hay una penetración de 67 por cada 100.
Además, es de los países donde más barato está este servicio. Pero hay que seguir trabajado, ningún país del mundo ha llegado al 100 por ciento de conectividad”, concluyó.
El impulso de la inclusión financiera debe de enfrentarse desde dos puntos. Por un lado, por parte del Gobierno Federal, que ya tiene ya una estrategia para dar inclusión a los pagos estatales y transparencia en cobro de comisiones, y, por otra parte, desde el sector privado, donde la banca debe llegar a todos los municipios del país, y usar la infraestructura que se tenga a nivel nacional para poder incluir a más mexicanos en el sistema financiero nacional, concluyeron los panelistas.