Petróleos Mexicanos (Pemex) también fue objeto de cambio en la perspectiva de negativa a estable por parte de la calificadora Moody´s, como una consecuencia en el cambio de la calificación crediticia del gobierno, aunque tiene una posición financiera débil.
La acción de calificación fue desencadenada por la afirmación de Moody’s el 11 de abril de 2018 de la calificación de bonos del gobierno de México en A3, con la perspectiva cambiada a estable desde negativa. La perspectiva de las calificaciones es estable.
Moody’s cree que, aunque las necesidades de liquidez de la compañía han disminuido en los últimos años debido a menores gastos y gastos de capital, así como refinanciamiento continuo de la deuda, Pemex aún enfrenta importantes desafíos operativos y financieros relacionados con la producción de petróleo crudo y combustible.
Todavía cuenta con grandes vencimientos de deuda en 2018 y fechas posteriores. En consecuencia, las métricas crediticias de PEMEX seguirán siendo débiles en los próximos años y la compañía continuará dependiendo de los mercados de deuda para financiar el flujo de efectivo libre negativo.
En Febrero de este año emitió 4 mil millones en pagarés globales con vencimiento en 2028 y 2048, de los cuales 1.8 mil millones fueron utilizados para recomprar deuda existente, lo que mejora un poco su perfil de vencimiento de deuda.
Sin embargo, ha fortalecido su posición de liquidez aumentando sus líneas de crédito revolvente comprometidas a largo plazo a aproximadamente 8 mil millones, en dólares estadounidenses y en pesos mexicanos.
La posición de liquidez de Pemex es débil. Además de pagar una gran parte de su EBITDA al gobierno en forma de impuestos y derechos, aproximadamente $ 4.9 mil millones en efectivo y equivalentes, a Diciembre de 2017 se compara negativamente con 12 mil millones en deuda con vencimiento de Febrero de 2018 a diciembre de 2019, según Moody’s estima que aunque 1.9 mil millones se relacionan con una línea revolvente comprometida que vence en 2019.
A pesar de ganar varios bloques de petróleo en subastas recientes en México y cultivar algunos activos petroleros, otras asociaciones y empresas conjuntas se materializarán y generarán resultados positivos solo de forma gradual.
Por lo tanto, la capacidad limitada de PEMEX para gastar capital continuará con afectación el desempeño de la producción de petróleo y combustible de la compañía, así como su base de recursos en el futuro previsible.
Las calificaciones se basan en consideración las grandes reservas probadas de hidrocarburos de la compañía: producción diaria promedio de 2 millones 648 mil barriles de petróleo equivalente por día en 2017; papel dominante y operaciones integradas en la industria energética en México; así como un importante exportador de petróleo crudo a los Estados Unidos.
Sin embargo, sus calificaciones se ven afectadas por una liquidez débil; una pesada carga tributaria y el débil flujo de efectivo libre resultante; alto apalancamiento financiero y baja cobertura de intereses; y desafíos relacionados con la producción de crudo.
Moody’s cree que es importante para el gobierno facilitar el acceso continuo de Pemex a los mercados de capital dado el rol de la compañía en la generación de divisas extranjeras a través de las exportaciones petroleras y en el pago de grandes montos anuales en derechos, regalías e impuestos que en conjunto representan actualmente alrededor del 18 por ciento del presupuesto anual del gobierno.
Además, desde 2017, la compañía ha suscrito coberturas equivalentes a alrededor del 20 por ciento de la producción de crudo, lo que ayuda a reducir los riesgos a la baja de las ganancias.
La perspectiva estable de las calificaciones Baa3 de PEMEX refleja principalmente la perspectiva estable sobre la calificación del gobierno de México. Sin embargo, también refleja la opinión de Moody’s de que el perfil de crédito independiente de la compañía continuará débil en el futuro previsible.