Por: Jaime Pérez-Seoane, director editorial en América de Oxford Business Group
Con el dólar americano al alza y una tendencia mundial hacia el proteccionismo que afecta a algunas de las grandes potencias mundiales, los mercados más importantes de América Latina tienen ahora la oportunidad para mejorar el comercio en la región.
Algunos de los mercados de Latinoamérica obtuvieron mejores resultados que otros a la hora de diversificar sus actividades económicas y de desarrollar servicios de valor añadido, evitando así una dependencia excesiva de las materias primas. No obstante, desarrollar el comercio dentro de la región puede fomentar que todas las economías aumenten su volumen de ventas, y encuentren nuevos nichos de mercado, así como flujos de ingresos más estables.
Es un hecho innegable que el dólar se mantiene fuerte, y la economía de EUA, de por sí dinámica, promete seguir manteniéndose muy activa. La agenda del vecino del norte influye sobre América Latina, y el hecho de que el dólar esté al alza, entre otros factores, provoca que aumente la volatilidad de los mercados más vulnerables. En la actualidad, Argentina es el mejor ejemplo de esta situación.
Cambio en favor de la tecnología y de la industria basada en el conocimiento
Oxford Business Group lleva operando el suficiente tiempo en América Latina como para entender la complejidad de una región donde las materias primas tienen un papel crucial. Actualmente se están desarrollando varias iniciativas a nivel local para crear economías de servicios basados en el conocimiento – como por ejemplo en Colombia, Perú y Argentina – y para mejorar los procesos de producción por medio de la tecnología, como es el caso de México, donde los esfuerzos realizados para digitalizar el sector del automóvil ya están dando sus frutos.
Incluso aquellas economías más pequeñas, dependientes tradicionalmente del petróleo y del gas, están ahora tratando de conseguir más oportunidades de inversión más allá del sector energético, como es el caso de Trinidad y Tobago, trabajando para que el sector TIC, el sector agrícola y la fabricación de productos de alto valor, entre otros, sean los que experimenten un mayor crecimiento.
Lógicamente, los hidrocarburos, la minería y la agricultura seguirán siendo el motor del crecimiento de la región, y su papel es clave para que países como Colombia vuelvan a disfrutar de una economía más dinámica. De hecho, será necesario realizar una mayor inversión en estos sectores, y para ello habrá que efectuar los cambios legislativos necesarios para conseguir dicha inversión, como está ocurriendo en Perú, donde se están promoviendo dichos cambios.
Teniendo todo esto en cuenta, cabe destacar que la diversificación continúa teniendo un papel principal a la hora de evitar una volatilidad excesiva y de garantizar ingresos estables; y es aquí donde el comercio puede ser de gran ayuda.
La mejor medicina contra el proteccionismo
Con EUA cada vez más pendiente de sus fronteras, el fortalecimiento de tanto los acuerdos bilaterales (por ejemplo, el Reino Unido mostró gran interés en incrementar la actividad comercial con sus socios de América Latina ahora que se prepara para el Brexit), como del comercio en la región (Mercosur, la Alianza del Pacífico y de manera más amplia el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, TPP 11) garantizaría que los mercados con una intensa actividad comercial mantuviesen un perfil dinámico y más estable, y por supuesto, aspirasen a aumentar su volumen de negocio.
La diversificación significa seguridad
A menudo ocurre que la política provoca cambios – y más cambios – en el rumbo económico de los mercados. El presidente de los EUA, Donald Trump, dio ya un giro a la política del país, y estamos a punto de descubrir hacia dónde lleva Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a México, país en el que tomará posesión en diciembre. Hasta ahora AMLO consiguió cerrar la renegociación del TLCAN con los EUA, sin embargo, su plan general de implementar medidas de austeridad en el sector público se ve ensombrecida por varias inconsistencias; dicha austeridad podría implicar la disolución de agencias como ProMéxico (la cual ha realizado una gran labor promocionando el país y atrayendo inversión extranjera directa), y suscitaría preocupación sobre el futuro del sector energético, donde se solicitó más inversión pública para nuevas refinerías.
En Colombia, la llegada del presidente Iván Duque Márquez podría ayudar a estimular la economía. El presidente está tramitando una reforma para garantizar una mayor transparencia en el Congreso, y entre sus prioridades está poner en marcha un plan para reactivar la economía que elimine la burocracia y promueva el espíritu empresarial. Sus planes fueron sin embargo criticados por no fomentar ningún tipo de reforma fiscal, que, según muchos expertos, tanto se necesita. Todas las miradas están puestas ahora en Brasil, con una situación de gran tensión.
Aunque los cambios en las administraciones de los países tienen una gran influencia a nivel nacional, aumentar las conexiones entre las economías de la región ofrecería la oportunidad para alejarse y obtener una visión más global, haciendo que el impacto fuese menor gracias a la gran escala del mercado. Dicha conectividad podría fomentar que las economías dependieran menos de las decisiones que tomen los nuevos responsables de diseñar las políticas, o de sacarle también el mejor partido a los futuros cambios para así beneficiar el comercio
Comerciar a nivel regional tiene mucha lógica
Me alegró ver cómo el pasado julio se producía un acercamiento entre la Alianza del Pacífico y Mercosur. Los mercados que ahora tiene problemas con su divisa y con la inflación, como le sucede a Argentina, no desean, comprensiblemente, contraer una gran deuda a corto plazo; no obstante, contar con más socios reduciría la volatilidad a largo plazo. Recientemente, se pudo ver cómo África lanza un ambicioso proyecto para desarrollar su propia Área Continental de Libre Comercio (CFTA por sus siglas en inglés). ¿No es hora de que América Latina haga lo mismo?
Oxford Business Group (OBG) es una firma editorial de investigación y consultoría, que publica inteligencia económica sobre los mercados de América Latina y El Caribe, Oriente Medio, África y Asia. A través de su rango de productos impresos y digitales, OBG ofrece un análisis completo y preciso de los desarrollos macroeconómicos y sectoriales, incluyendo al sector financiero, los mercados de capital, seguros, energía, transporte, industria y telecomunicaciones.