La economía mexicana estaba enferma antes de la crisis sanitaria del Coronavirus y la caída de los precios del petróleo acentúaron la falta de crecimiento que se reflejará en otro año con números rojos de 3.1 a 5.7 en el Producto Interno Bruto (PIB) con pérdidas superiores al billón de pesos, advirtió el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El director general, José Luis de la Cruz Gallegos, explicó que este decrecimiento que se prevé para el 2020 se debe a menor inversión extranjera directa y la privada nacional, menor consumo privado, incremento en el desempleo y menores remesas.
El directivo del IDIC enfatizó que una caída del PIB de 1.0 por ciento representa una pérdida de 288 mil milllones de pesos (mdp) y en caso de la caída fuera cercana al 6 por ciento “sería superior al billón de pesos”. Agregó que este escenario se vuelve más probable por las medidas anunciadas recientemente por los gobiernos de restricción de las actividades.
Destacó que el escenario de mayor decrecimiento llevaría a México a la mayor recesión, por lo que se debe tener cuidado en las restricciones económicas impuestas por el gobierno para cuidar la salud de la polación y de la economía mexicana.
Especificó de la Cruz Gallegos que si la caída del PIB es de 3.1 por ciento se prevé un tipo de cambio para finales del año de 26.15 pesos por dólar, y en caso de que sea el tropiezo de 5.7 por ciento el billete verde terminaría con una cotización de 28.35 pesos.
Para superar la recesión México debe reconstruir su aparato económico con la conservación del empleo y la quiebra de empresas, incrementar el consumo de productos hechos en México, construcción de infraestructura, respetar la desregulación, pago oportuno a proveedores, estímulos fiscales de depreciación de inversiones, prestaciones laborales y sobre nómina, y terminar con la lucha ideológica entre los diferentes actos de la vida pública y privada, destacó el directivo del IDIC.
Advirtió que el gobierno no tendría la capacidad para resolver una quiebra de empresas, “por lo que se requiere un Acuerdo Nacional” para recuperar el crecimiento inercial y de allí en adelante comenzar mejores etapas de crecimiento.
Para asegurar una efectividad se propone crear un consejo en el que se integren todos los sectores productivos para que los programas demuestren que son la respuesta adecuada al considerar a las empresas como aliadas y no como enemigas.
Finalmente, indicó que las empresas se encuentra en un proceso de adecuación ante la realidad que se viven y las grandes inversiones vendrán después de la solución de la crisis sanitaria.