Mientras más tiempo se prolongue el problema del desabasto de gasolinas en distintos puntos del país, mayor puede ser la afectación que esto tendrá sobre los niveles de inflación y en la actividad económica, advirtió el Gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, , quien, sin embargo, aclaró que aún no hay detalles de estas posibles afectaciones.

En el marco de su participación en el Seminario “Perspectivas Económicas 2019”, organizado por ex alumnos del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Díaz de León Carrillo reconoció que la disminución en el suministro de gasolinas –debido a la medida del Gobierno de cerrar los ductos para tratar de combatir el “huachicoleo”–, ya se puede estar resintiendo por parte de los transportistas de bienes y productos.

“El traslado de bienes y productos puede estar resintiendo estas afectaciones en el suministro. Qué tan sostenida es esta afectación, pues puede tener un reflejo tanto por el lado de la actividad económica como por el lado de la inflación. (…) Esperamos que esto se pueda normalizar lo antes posible y que tenga la menor afectación posible”, enfatizó.

En este contexto, también manifestó que entre los principales retos del país están la aplicación de un auténtico Estado de Derecho y el combate a la corrupción y a la inseguridad, aspectos que, de no atenderse correctamente, podrían tener un efecto sobre el crecimiento de la economía.

El Estado está obligado a proteger la estabilidad

Por otra parte, manifestó que la estabilidad que brinda Banxico es un bien público que el Estado está obligado a proteger, y recordó que la Constitución establece que el objetivo prioritario del Banco Central es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.

Dijo que la principal salvaguarda para mantener la autonomía del Banxico es la propia ciudadanía, quien está convencida del valor de mantener la estabilidad, por lo que dicha autonomía tiene su defensa en la sociedad, “que no quiere regresar a la inestabilidad financiera”.

Asimismo, Díaz de León Carrillo enfatizó que la política monetaria firme (por parte del Banco de México) ha contribuido a promover un ajuste ordenado de la economía.

Reiteró que se estima que en el cuarto trimestre del 2018, la actividad económica haya presentado una desaceleración con respecto al repunte que se observó en el tercer trimestre, y añadió que en el mercado laboral ha habido un crecimiento en el empleo formal, lo que evidentemente ha reducido la tasa de desempleo.

También señaló que las expectativas de inflación general para el mediano y largo plazo se han mantenido en niveles de alrededor del 3.50%, y que si bien se ubican por encima de la meta de inflación del Instituto Central, ante los choques que han afectado a la inflación y considerando el adverso balance de riesgos para la misma, la Junta de Gobierno ha llevado el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un nivel de 8.25%.

Asimismo, refirió que al cierre de 2018, la inflación general anual se ubicó en 4.83%, reflejando los elevados niveles del componente no subyacente, y anotó que la inflación subyacente mostró resistencia a disminuir, debido a los efectos indirectos de los aumentos en los precios de los energéticos, así como a factores estructurales.

Dijo que el traspaso de las fluctuaciones cambiarias a precios se mantiene en niveles reducidos, reflejando un mejor funcionamiento del sistema nominal de la economía, y por otra parte citó que desde el 2015, la economía mexicana ha registrado una importante reducción en el financiamiento proveniente de fuentes externas.

“Las cuentas externas han revertido su tendencia de mediano plazo; se observa un superávit en la balanza comercial no petrolera y un déficit en la petrolera”, indicó al puntualizar que las condiciones de holgura en la economía se han mantenido en niveles relativamente menos estrechos que los que se observaron a principios del año pasado.