La economía mexicana para este año no tienen expectativas tan desalentadoras en comparación con el 2017, pero tampoco se genera confianza en que se logre un desempeño económico superior al registrado el año pasado.

Las expectativas del gobierno federal registradas en el paquete económico pronostican un crecimiento en el rango de 2 a 3 por ciento, pero no hay elementos que permitan pensar en que se tendrá un ambiente mejor al registrado durante 2017, por el contrario, tiene presiones en varios aspectos.

Los comentarios de Trump siguen con una injerencia en la vida económica del país, no tan alarmante como el año pasado, pero todavía pone en jaque a la economía mexicana con sus comentarios sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Además de Trump, está la inflación que continúa con la actualización de precios por el rezago del tipo de cambio que ha dicho adiós a la cotización de los $17 pesos y que se proyecta en los niveles cercanos a los 19 pesos.

Asimismo, también hay que anotar el precio de las gasolinas que a pesar de no presentar un incremento sustancial como el año pasado, se registran incrementos que han llevado a la Magna cercana a los $18 pesos por litro y la Premium ronda los $20 pesos, los que conforme aumente el precio del petróleo presionará a los combustibles.

Sin embargo, se proyecta que el consumo interno se mantenga en un crecimiento sostenido del 3 por ciento para que la actividad económica no se deteriore, pero en el consumo diario las voces señalan que el dinero ya no alcanza con el precio del gas LP, la tortilla y un kilo de huevo de $37 a $39.50 pesos, sin alguna justificación para ese nivel.

Con este escenario, los pequeños comerciantes han señalado que la cuesta de Enero será la “cuesta 2018” al registrar la cifra más baja de uno por ciento.

El gobierno y los analistas ven una cuestión macroeconómica sólida, pero microeconómica, el bolsillo de la mayoría, la ve complicada, habrá que ver cuál de las dos partes de la realidad se impone durante los meses siguientes: la optimista en que los obstáculos no representan un riesgo serio o la microeconómica que cada día se ve más presionada por diferentes aumentos.

Sólo nos resta esperar que no se quiera engañar con buenas cuentas a la población por los resultados de las reformas estructurales, las que tienen avances, pero no con la misma intensidad en el bolsillo del mexicano.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...