El peso cerró Febrero con una depreciación de 1.31 por ciento o 24.3 centavos, cotizó alrededor de 18.84 pesos por dólar, borró parte de la apreciación observada en Enero, cuando el peso se recuperó cerca de 5.4 por ciento o 1 peso y 6 centavos.

Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 18.8431 pesos por dólar, 1.3769 dólares por libra y en 1.2200 dólares por euro.

Durante el mes, el tipo de cambio se mantuvo relativamente estable, cotizó entre un mínimo de 18.31 y un máximo de 18.97 pesos por dólar, lo que mostró una volatilidad anualizada de 13 por ciento.

Durante Febrero el mercado se dio cuenta que Estados Unidos crecerá más rápidamente debido a la reforma tributaria, lo que tendrá como consecuencia una mayor inflación, trayendo consigo la expectativa de mayores tasas de interés.

Ante tal situación, la expectativa de mayores tasas de interés provocó que cayeran los mercados de capitales de Estados Unidos, e impactó hacia abajo los mercados de capitales del resto del mundo.

Dicha situación ocasionó cambios en las posiciones de inversión que favorecieron al dólar y se vieron reflejados en México como un aumento del tipo de cambio.

Por si sola, la expectativa de incrementos adicionales a la tasa de interés en Estados Unidos  generó incertidumbre que se vio reflejada en el tipo de cambio.

Durante Febrero, el precio del petróleo se ajustó a la baja después de alcanzar un máximo de 66.66 dólares por barril a finales de Enero.

El precio del WTI cerró el mes con un retroceso cercano a 4.76 por ciento, cotizó en 61.65 dólares por barril, debido a que en el mes las estadísticas de la EIA mostraron que la producción petrolera de Estados Unidos logró superar el umbral de producción de 10 millones de barriles diarios por primera vez desde 1970.

Por su parte, el proceso de renegociación del TLCAN continúa como fuente de incertidumbre para la economía mexicana.

A pesar de que en Febrero no fue el principal determinante del tipo de cambio, aún existe miedo a la retórica proteccionista de Trump y a la posibilidad de que Estados Unidos salga del tratado.

Así, en resumen, durante el mes los movimientos del tipo de cambio estuvieron determinados por la expectativa de mayores tasas de interés en Estados Unidos.

Por otro lado, en Febrero, Banco de México decidió subir su tasa de referencia en 25 puntos base a 7.50 por ciento. Sin embargo, esto no tuvo un efecto sobre el tipo de cambio debido a que el mercado ya había descontado dicho incremento.

Al cierre del mes, en su reporte trimestral, Banco de México mantuvo sin cambios sus pronósticos de crecimiento para 2018 entre 2 a 3 por ciento y para 2019 entre 2.2 a 3.2 por ciento.

En Europa, el euro cerró con una depreciación de 1.73 por ciento, cotizó en 1.22 dólares por euro, alcanzó un mínimo de 1.2188 y un máximo de 1.2555 dólares por euro.

A pesar de que a mitad del mes la divisa común alcanzó su mayor nivel desde 2014, en las últimas dos semanas de Febrero se observó una corrección a la baja ante la especulación de que el Banco Central Europeo (BCE) podría extender su programa de compra de bonos más allá de Septiembre si persiste la dificultad para que la inflación regrese al objetivo del 2 por ciento.

De acuerdo a la estimación de Febrero, la inflación de la Eurozona se ubicó en 1.2 por ciento, su nivel más bajo desde diciembre de 2016, lo que hace pensar que el BCE mantendrá por más tiempo una postura altamente acomodaticia.

Durante febrero, el euro-peso alcanzó un mínimo de 22.7505 y un máximo de 23.4534 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta.

Gabriela Siller; PhD
Directora de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...