El sector turístico nacional, la tercera fuente de divisas de México, durante la pandemia no ha sido atendida por el gobierno federal con las acciones correspondientes que permitan aminorar los graves impactos económicos de la pandemia.
En el foro El impacto del COVID-19 en el turismo en México organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, se planteó la probable pérdida de 1.6 billones de pesos en consumo turístico se traducirá en una grave caída en el PIB turístico del país, en el cierre de decenas de miles de empresas, en una pérdida en la captación fiscal federal de alrededor de 100 mil millones de pesos (mdp) y, sobre todo, en la desaparición de alrededor de un millón de empleos.
El 93 por ciento de las empresas turísticas, unas 450 mil unidades, son microempresas con menos de 10 empleados que, ante la cancelación de ingresos, difícilmente tendrán el margen para enfrentar sus compromisos fiscales, crediticios y laborales.
Se enfatizó que a la fecha no hay un programa de reactivación turística, por parte del titular de la Secretaría de Turismo, Miguel Torruco Marqués, así como una fondo de contingencia para apoyar a esta actividad que es la tercera fuente de divisas para el país.
La Asociación de Secretarios de Turismo de México (ASETUR) presidida por Luis Humberto Araiza, informó que “el PIB turístico mexicano podría contraerse un 10 por ciento este año, lo que significa pérdidas superiores a los 10 mil millones de dólares”.
El presidente de la comisión de Turismo del Senado de la República, Antonio García Conejo, apuntó que el cambio de estrategia de promoción del país no generó las herramientas sustitutivas del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) para mantener la tendencia de México como un destino atractivo.
Advirtió García Conejo que se requiere el apoyo de la Cámara de Diputados para que etiqueten recursos para la promoción turística para instaurar una campaña nacional que permita al sector pyme contar gel y los insumos para estar libres de Covid.
Se prevé que la recuperación del sector tardará unos 70 meses, es decir, más de 5 años y en el mejor de los casos por el 2023.
Finalmente, se destacó que el turismo vive un entorno muy complicado por las cuestiones sanitarias y económica, por lo que se requiere una nueva visión que responda a las principales preocupaciones que manifiestan los turistas.