El sector inmobiliario e industrias relacionadas en la “nueva normalidad post Covid” deberán ajustar sus modelos operativos, de negocio y comerciales por una mayor digitalización de los comercios y las empresas, señalaron la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) y la consultora McKinsey & Company.
Los especialistas aseguraron que el panorama en México contempla retos en varios segmentos de las industrias y la vivienda.
Se especificó que en el caso de la vivienda, la emergencia por el Covid-19 ha disminuido las expectativas de compra de casas nuevas en los próximos 12 meses, mientras que para el segmento retail, en el que cerca de 200 cadenas comerciales suman ya más de siete semanas sin poder abrir sus tiendas, ha provocado descuentos en las rentas hasta del 40 por ciento.
En retail se prevé un leve aumento en el tráfico en las tiendas de conveniencia y de cercanía, además de que se acelera la reconversión de las tiendas físicas hacia el comercio electrónico, lo que podría afectar la superficie de retail, ante lo que surge el reto de cómo los desarrolladores pueden aprovechar este cambio, y en el caso del turismo el desafío estará en que esta industria pueda ofrecer al mercado experiencias digitales para tratar de recuperar clientes.
En el caso de oficinas se presenta una sobre oferta, las empresas inmobiliarias deberán optimizar los espacios para responder a un menor número de trabajadores y densidad.
“Esperamos una caída en los arrendamientos de oficinas estándar y una mayor demanda de arrendamientos flexibles y fáciles de ampliar, pues 70 por ciento de los inversionistas están considerando una reducción en los espacios con el objetivo de reducir costos”, señaló McKinsey & Company.
Señalaron que si la industria inmobiliaria logra responder a las necesidades de los clientes puede convertirse en un detonante de la recuperación económica nacional por los más de 4.5 millones de empleos directos e indirectos generados a nivel nacional en 2019 por la industria inmobiliaria y las actividades relacionadas.