Los inversionistas a partir del 01 de Diciembre y en los siguientes 12 meses estarán muy pendientes sobre las reglas económicas que regirán para el periodo 2018-2024 de Andrés Manuel López Obrador.
Se encuentran los inversionistas pendientes por los cambios que realizará en su administración: si en verdad respetará el espíritu de las reformas estructurales: energética y educativa para que puedan seguir adelante con los planes que tienen de inversión en México o los deberán de reacomodar o posponer por las nuevas situaciones que planteé el gobierno que toma posesión el 01 de Diciembre.
Los compromisos políticos con los 30 millones de electores que llevaron a la presidencia a López Obrador deben ser conciliados con las modificaciones que requieran las reformas estructurales para que sean en favor del ciudadano –punto que a la fecha no lo siente los bolsillos de los mexicanos- sin afectar sustancialmente a los inversionistas, porque de lo contrario las calificadoras y los capitales no tardarán en mostrar su descontento.
López Obrador y su jefe de la oficina de la presidencia, el regiomontano, Alfonso Romo Garza, han reiterado que las condiciones para los inversionistas serán las mejores, ya que para el nuevo gobierno el capital privado es un aliado para los diferentes proyectos que tiene en la mesa.
Se quiere incrementar sustancialmente la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) que a la fecha es de 25 a 30 mil millones de dólares (IED) por año, lo que se vislumbra complicado si hay cambios sustanciales en las reformas energética y educativa, ya que no se tendrá el capital humano adecuado y la extracción de hidrocarburos cambia su ruta para ser aprovechada sólo a nivel local.
Con la decisión del Nuevo Aeropuerto Internacional en Texcoco y el paquete económico 2019 se comenzará a dar cuenta de economía del nuevo gobierno y las señales para los mercados financieros y los inversionistas, quienes decidirán sobre la oportunidad de seguir con su interés en México.