La política económica de la administración López Obrador está clara y sus directrices se basan en: no aumentar la deuda gubernamental, el fortalecimiento de la las empresas productivas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) con miras a disminuir la dependencia energética y una economía con bajos aumentos de precios.

El empresario regiomontano, Alfonso Romo Garza, hoy jefe de la Oficina de la Presidencia, ayer lo puso así de claro ante los industriales de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), presidida por Francisco Cervantes Díaz, la parte energética sólo recibirá inversión complementaria a la tarea del Estado.

Además, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en sus conferencias mañaneras dijo que des ser necesario enviará al Congreso de la Unión una iniciativa para fortalecer a las empresas energéticas y así dejar en claro que la reforma energética no contempla mayores avances del sector privado nacional y extranjero al que a la fecha presenta.

En este mes de Noviembre se contempla el segundo paquete de obras de infraestructura que se espera contenga proyectos de energía, pero bajo las actuales explicaciones se pueden esperar proyectos menores, que no son los contemplados por el sector privado.

Asimismo, Romo Garza consideró que la situación económica que vive México y el mundo requieren de esfuerzos conjuntos en el que las pugnas intestinas deben ser eliminadas por la búsqueda de un bien común, un bien nacional que beneficia a todos: a los pobres y no pobres.

La tarea pendiente del Presidente de la República y de su gabinete económico gira en torno al crecimiento económico, el que depende en gran medida de convencer a los señores del dinero en que su proyecto de Nación no excluye y sataniza la riqueza de los hombres de negocio, además de mostrarles con números que la pobreza no es negocio.

Este 2020 por la la pandemia y las diferencias entre el poder público y algunos sectores de la iniciativa privada la pobreza aumentará, que de mantenerse así en el futuro cercano no se vislumbra una solución de fondo para aminorarla a pesar de los esfuerzos gubernamentales para lograr una eficiencia en el gasto público y el combate a la corrupción.

México requiere de medidas adicionales que impulsen un crecimiento económico sostenido. Las medidas centrales del gobierno federal están claras y no piensa cambiarlas, pero si puede trabajar en un paquete, programa o esquema adicional que contemple una verdadera colaboración entre el poder público y el poder económico (no sólo con algunos empresarios) para que no quede como los anteriores gobiernos con saldo negativo en materia económica para el país en su conjunto.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...