La ratificación del Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) por el Congreso de Estados Unidos a toda costa la busca el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al abrir lo que estaba negociado y firmado.
Sin embargo, ahora la administración Trump sale que hay que tener nuevas condiciones en varias ramas, lo cual es inaceptable, ya que el T-MEC está firmado por las naciones participantes en la primera versión que se firmó en la primera mitad de la década de los 90s.
En caso de ratificar el acuerdo Estados Unidos, lo ratificado por el Senado de México ya no sería lo mismo que ratificaría su contraparte en la unión americana. Entonces se debería de abrir nuevamente la ratificación en el senado mexicano.
Se tendría que estudiar nuevamente la política comercial de integración en las tres naciones para asegurarse que tiene ventajas para todas las partes o las asimetrías no generen brechas abismales entre las tres naciones como sucedió en la primera etapa del acuerdo trilateral.
El T-MEC para la administración López Obrador es muy importante en el 2020 porque quiere terminar con la incertidumbre que se tiene por la falta de ratificación en las tres naciones y así impulsar la Inversión Extranjera Directa (IED) en México que no vive sus mejores tiempos, por las cuestiones externas e internas.
El paquete económico 2020 aprobado plantea un crecimiento del 2 por ciento, el que se sustenta en la recuperación de la plataforma petrolera 1.9 millones de barriles diarios y una llegada de capitales extranjeros por la ratificación del acuerdo comercial trilateral, principalmente.
El gobierno de México debe respetar los acuerdos y procedimientos que se encuentran firmados, y no aceptar condiciones que se encuentran fuera de lo pactado trilateralmente, aunque tenga el legítimo objetivo de impulsar un mejor desempeño económico para el 2020.
La relación México-Estados Unidos siempre ha sido desventajosa para nuestro país, y no debe seguir con ese mismo tono, ya que la cuarta transformación implica un nuevo orden de las cosas para México, en la que no caben los abusos de ninguna especie.
“Pobre México, tan lejos de Dios, y tan cerca de los Estados Unidos”
Porfirio Díaz