El presidente, Andrés Manuel López Obrador, y los integrantes del gabinete económico han manifestado que la aceleración de la actividad económica en los siguientes trimestres del año se deberá a los programas sociales de la cuarta transformación.

Sin embargo, eso no detonará generación riqueza, únicamente consumo. Ante lo que diferentes actores económicos han manifestado que se debe impulsar la inversión pública y privada para superar el crecimiento inercial de las décadas anteriores del 2 por ciento.

La administración López Obrador tiene como proyectos impulsores del crecimiento económico, el tren del istmo en el que se tendrá una situación similar a la que se tenía legislada en las Zonas Económicas Especiales (ZEE), el tren maya y el sistema aeroportuario de la Ciudad de México, que incluye al aeropuerto de Toluca, CDMX y el de Santa Lucía, en el estado de México.

Estos proyectos se encuentran en fase de planeación, y en el corto y mediano plazos comenzará su ejecución.

Mientras tanto, los empresarios a pesar de que en varias ocasiones han manifestado su apoyo al Presidente, la inversión que apoyará un crecimiento del 4 por ciento todavía no se siente, ni se registra en los proyectos empresariales.

Por el contrario, lo que priva es la moderación en el consumo y la inversión. Todavía no sienten que estén bien definidas las reglas del juego para que los inversionistas y las empresas comiencen sus proyectos de ampliación y expansión que se an visto detenidos por el cambio de gobierno y los cambios en el TLCAN, ahora, T-MEC, que todavía no han sido ratificados por los poderes legislativos de México, Estados Unidos y Canadá.

La apuesta del gobierno federal para lograr un crecimiento, que muchos proyectan desde 0.9 por ciento a 1.6 por ciento para este año deberá impulsar la confianza de los inversionistas y de las empresas para que se realicen las inversiones y en cuanto se tenga la ratificación del T-MEC se quite el freno externo a los capitales foráneos que esperan una definición al respecto.

Los tres trimestres siguientes serán un prueba difícil para la administración López Obrador, y la esperanza de mejoría de los mexicanos comienza a disminuir ante la lentitud de apoyos gubernamentales y la falta de mejores oportunidades laborales hacia el futuro inmediato.

El crecimiento de este año no puede, ni debe depender únicamente de los programas sociales. El gobierno federal debe definir aspectos fundamentales como Pemex, las licitaciones, las definiciones de las nuevas áreas francas, para que se genere la confianza de los empresarios para hacer negocios con esta nueva administración federal y comenzar el camino a mayores tasas de crecimiento económico.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...