Los ejecutivos de finanzas advierten que la economía mexicana cerrará este año en terreno negativo por los efectos de la pandemia del Covid-19 y una inminente recesión global.
El presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Ángel García-Lascurain Valero, apuntó que las finanzas públicas estarán a prueba por el complejo ambiente que se vive por la situación del Coronavirus y la baja en los precios internacionales del petróleo.
Por su parte, el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, Gabriel Casillas Olvera, explicó que este año se ve complicado que cumpla su estimación actual revisada a la baja al 0.6 por ciento por las situaciones que se presentan en el terreno internacional, pero no integra repercusiones locales por Covid-19.
Sin cambiar los escenarios de crecimiento del IMEF, enfatizó, se discutieron la parte de agregar una cuarentena hasta la entrada en recesión global.
“Si se toma en cuenta la cuarentena de las 12 semanas podríamos cerrar en menos 0.2 por ciento, en caso de una recesión global no tan grande como la de 2008-2009 se perfila una PIB de menos 2.2 por ciento y en caso de más de 12 será de hasta un menos 3.5 tomando en cuenta los modelos económicos de los epidemiólogos”, especificó Casillas Olvera.
El presidente del IMEF consideró que para enfrentar esta situación y mantener la certidumbre en las finanzas públicas sería recomendable realizar una reorientación del gasto para mantener el superávit fiscal de 0.7 por ciento como una meta realista de cumplir.
Además, García-Lascurain Valero informó que se el IMEF propone un “Acuerdo por el bienestar” entre el gobierno, las empresas y la sociedad mexicana para hacer frente a este nuevo reto global.
La propuesta entre el gobierno, las empresas y la sociedad para impulsar la inversión privada con políticas públicas, solvencia a las empresas por una mayor participación de la banca de desarrollo, programa de garantías orientado a las pymes, entre otras.
El IMEF ajustó a la baja su pronóstico de PIB al pasar de 0.9 a 0.6 por ciento, una inflación de 3.50 por ciento, la misma al pronóstico anterior, y un tipo de cambio con menor fortaleza al pasar de 19.80 pesos a 20.00 por billete verde.
El cierre del año pasado fue negativo en crecimiento al estar en menos 0.1 por ciento.