El peso cerró la sesión con una depreciación de 1.34 por ciento o 25.5 centavos cotizó 19.36 pesos por dólar.
La depreciación del peso se debió a un regreso de la aversión al riesgo, lo que generó pérdidas principalmente para las divisas de economías emergentes.
La mayor aversión al riesgo registrada fue por la fuerte depreciación durante las primeras horas del día, ante los esfuerzos del gobierno de Turquía por evitar que los participantes del mercado especulen en contra de la divisa, ya que el 31 de Marzo se llevarán a cabo elecciones locales, en las que el presidente Erdogan busca consolidar su posición.
El rand sudafricano perdió 1.27por ciento, ante la posibilidad de que la agencia calificadora Moody’s retire el grado de inversión a Sudáfrica antes de que concluya la semana.
Al cierre de 2018 el déficit presupuestario de Sudáfrica se ubicó cerca de 4 por ciento del PIB, mantuvo niveles elevados desde 2009, lo que ha hecho que la deuda pública como proporción del PIB suba de 29 por ciento a más de 53 por ciento en 2018.
Asimismo, se espera que la economía crezca a un ritmo desacelerado cercano a 1.5 por ciento en 2019, dificultando la capacidad del gobierno para generar ingresos.
El real brasileño mostró una depreciación de 3.13 por ciento, al desaparecer la confianza en la capacidad del gobierno de Bolsonaro por impulsar una reforma de pensiones que es clave para la estabilidad de las finanzas públicas a largo plazo.
Gran parte del nerviosismo se deriva de la noticia que el Ministro de Economía, Paulo Guedes, podría renunciar si no tiene suficiente respaldo del Presidente para enfrentar al Congreso en el proceso de la reforma de pensiones.
En este escenario se reavivaron las preocupaciones sobre el crecimiento económico global, luego de que el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, reiteró que es necesario mantener una postura monetaria acomodaticia.
Por su parte, el Presidente del Banco Central de Nueva Zelandia indicó que el siguiente movimiento de la tasa de interés podría ser un recorte.
El peso mexicano es la moneda más líquida de toda Latinoamérica, por lo que es empleado para especular sobre otras divisas de economías emergentes. Lo anterior explica que el peso muestre pérdidas, aunque los eventos negativos en Turquía, Sudáfrica y Brasil no tengan un efecto directo sobre la economía real de México.
En la sesión se publicaron indicadores del sector externo poco favorables para México. Las exportaciones totales crecieron a una tasa anual de 3.4 por ciento en Febrero, su menor ritmo desde Noviembre de 2018, ante un crecimiento desacelerado de las exportaciones no petroleras, a una tasa anual de 3.7 por ciento.
El crecimiento desacelerado de las exportaciones no petroleras se debió principalmente a un menor crecimiento de las exportaciones manufactureras, a tasa anual de 3.9 por ciento, pues las exportaciones automotrices crecieron a una tasa anual de 1.35 por ciento, su menor ritmo desde Octubre de 2016.
Durante la sesión también se dio a conocer una entrevista del Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien dijo que los ingresos del Gobierno Federal crecieron a tasa anual de 2.6 por ciento en el primer bimestre de 2019.
Sostuvo que no se recortará el gasto público, sino que se realizarán ajustes al interior tras una evaluación del ejercicio del primer trimestre.
Finalmente, el secretario continúa confiando en que la economía mexicana crezca a tasa anual de 2 por ciento en 2019. Sus comentarios no tuvieron un efecto observable sobre el tipo de cambio.
En la sesión, el tipo de cambio alcanzó un mínimo de 19.1007 y un máximo de 19.3776 pesos por dólar, mientras que el euro-peso alcanzó un mínimo de 21.5187 y un máximo de 21.8088 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta. Por su parte, el euro tocó un mínimo de 1.1242 y un máximo de 1.1286 dólares por euro.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero
Banco BASE