La recuperación de la economía mexicana se desacelera y las políticas públicas del gobierno federal siguen sin actualizarse a la nueva dinámica que plantea la pandemia y no actúa para aprovechar las oportunidades coyunturales que se presentan, destacó el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reiteró que prevalece la narrativa de los discursos oficiales y del partido del gobierno que afirman las políticas y acciones instrumentadas han sido vitales para enfrentar con éxito los efectos de la crisis sanitaria, y son base de la sólida recuperación en la que se encuentra la economía nacional.
Sin embargo, considera que más que una política social, es una estrategia política que beneficia tanto a la imagen del Ejecutivo, como a la del partido de mayoría frente a su base electoral.
“Los altos niveles de aprobación continúan, muy probablemente, como consecuencia de las transferencias asistenciales sin condiciones por parte del gobierno, además de la rentabilidad de la estrategia de confrontación impulsada por el Ejecutivo y las afirmaciones cotidianas de que todo va muy bien”.
CENTRO DE ESTUDIOS ECONÓMICOS DEL SECTOR PRIVADO
El CEESP destacó que la economía ha mostrado signos de desaceleración, la precariedad del mercado laboral se profundiza y la inflación toma fuerza. Además, se ha presentado un agotamiento del consumo y se incrementa la incertidumbre que inhibe la inversión.
Apuntó que la situación económica se complica, pero a pesar de este escenario las oportunidades favorables para México siguen presentes y para tomar ventaja de ellas se requiere más flexibilidad de la política y una actitud diferente.
Explicó que México puede beneficiarse si su política económica se adapta para aprovechar las oportunidades que la economía de Norteamérica presenta.
Reiteró que es muy importante un cambio de actitud frente a la inversión pública, privada, nacional y extranjera, por lo que es necesario evitar iniciativas de corte ideológico como el cambio constitucional de la ley eléctrica, así como cambiar el tono del discurso oficial de uno de reiterada confrontación y división a uno de unión y cooperación entre los distintos grupos de la sociedad, concluyó el CEESP.