La minuta del Banco de México (Banxico) advierte que se pueden intensificar los factores que han propiciado un ambiente de incertidumbre y una menor confianza en la economía mexicana por las acciones de política pública que pudiera tomar el nuevo gobierno.
El documento de la decisión de política monetaria anunciada el pasado 15 de Noviembre especificó que la “falta de claridad” sobre las futuras acciones de la administración entrante fueron consideradas por un miembro de la Junta de Gobierno como un elemento “importante de riesgo” en el mediano plazo.
Explicó que las políticas públicas que adopte el nuevo gobierno pudieran afectar el entorno macroeconómico, el proceso de formación de precios y el crecimiento económico.
Asimismo, el incremento en la incertidumbre sobre las acciones que se tomarán en los próximos años para incrementar la productividad de la economía mexicana y la adecuada utilización de los factores productivos.
Agregó que otros aspectos que pudieran afectar el marco y el desempeño económico del país son la inseguridad, corrupción, falta de Estado de derecho, que afectan las perspectivas de inversión y crecimiento.
Sobre los incrementos salariales un miembro de la Junta subrayó la necesidad de que se encuentren asociados a las ganancias en productividad y no impliquen “una presión generalizada de costos en la economía ni afecten el proceso de formación de precios”.
Todos los integrantes de la Junta de Gobierno consideraron que el balance de riesgos para la trayectoria esperada de la inflación se ha deteriorado y muestra un importante sesgo a la alza en un entorno de marcada incertidumbre.
Entre los principales riesgos se encuentran presiones al tipo de cambio peso-dólar, mayores precios de los energéticos, proteccionismo, mayores precios en agropecuarios, deterioro de finanzas públicas y que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias de productividad.
La mayoría de los integrantes señalaron que de mantenerse un periodo prolongado de incertidumbre o avances lentos en cuestiones internas y externas se podría registrar un periodo de “crecimiento débil de la actividad económica y de posibles presiones inflacionarias persistentes”.
Finalmente, los integrantes coincidieron en que la política monetaria juega un papel importante para lograr la convergencia de la meta inflacionaria y uno enfatizó que debería ser más “astringente” a lo largo del tiempo.