El sector privado advierte que muchas de las promesas de campaña para ganar la Presidencia de la República carecen de un financiamiento sano y esto podría hacer realidad la frase “lo prometido es deuda”.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) indicó que a lo largo de todo ese lapso se escuchó una enorme cantidad de propuestas que se convirtieron en promesas de campaña con el objetivo de recaudar la mayor cantidad de adeptos.

“Lo preocupante es que este entorno ha funcionado más que cualquier propuesta sensata y viable. Un segmento importante de la población prefiere aceptar las promesas de programas asistencialistas que perpetúan la pobreza y la desigualdad, que propuestas estructuradas que propician el crecimiento y el empleo, que es la mejor manera de combatir la pobreza”, destacó el organismo del sector privado.

Agregó que ante la abultada cantidad de propuestas y ofrecimiento de recursos a través de programas sociales, se fue amplió el interés por saber cuál es la viabilidad de su instrumentación, no sólo en el sentido del manejo administrativo, sino en relación con cuánto costarán y de donde se obtendrán los recursos adicionales, sobre todo, en un entorno en el que destacan las promesas de no incrementar, ni crear nuevos impuestos.

“Las cifras parecen poner en duda la posibilidad del éxito de algunos ofrecimientos de campaña. El margen fiscal de las finanzas del país no parece tener la capacidad para liberar la cantidad de recursos que se requieren”.

De acuerdo con las estimaciones del documento de Precriterios 2019, el gasto total del sector público presupuestado para el 2019 asciende a 5 mil 498.6 millones de pesos (mdp), lo que significa un aumento de 253.6 mdp respecto a la cifra aprobada para el 2018.

Los gastos del gobierno dejan un 5 por ciento del total presupuestal, lo que revela un estrecho margen de maniobra en las finanzas públicas del país que obligaría a cuestionar muchas promesas de campaña por adolecer de un financiamiento sano. Sin duda, cumplir con muchas de dichas promesas podría llevar a la necesidad de buscar recursos adicionales, lo que podría hacer que la frase “lo prometido es deuda” se vuelva realidad, concluye el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...