Fitch Ratings dice que el riesgo político es un determinante clave para la capacidad crediticia de los gobiernos, el que ha estado presente en más del 40 por ciento de los casos .

Desde la perspectiva de Fitch Ratings el riesgo político es cualquier factor de naturaleza política o de gobernanza que afecte la voluntad o habilidad de un soberano para cumplir con sus obligaciones de deuda, o que pueda afectarlo en el futuro.

“El riesgo político viene en formas diversas, incluyendo vulnerabilidad a protestas civiles, violencia política, y conflicto o inestabilidad social; la efectividad del Gobierno y las instituciones para manejar la actividad económica y absorber shocks adversos; presiones que lleven a un giro en contra de la política económica o a parálisis política; y riesgos geopolíticos tales como conflictos o tensiones en los países vecinos, sanciones económicas o amenazas para la seguridad”.

La calificadora reconoce que hay varios sistemas políticos e institucionales que pueden generar un gobierno efectivo, políticas económicas y estabilidad.

En su Metodología de Calificación de Soberanos, Fitch incluye los Indicadores de Gobernanza del Banco Mundial (WBGI por sus siglas en inglés) y en su Modelo de Calificación de Soberanos (SRM por sus siglas en inglés) cuantitativo como el punto de partida más objetivo, y lo incrementa con un análisis de riesgo político en su marco de Superposición Cualitativa (QO por sus siglas en inglés) para reflejar cualquier factor que no se haya capturado del todo en los WBGI.

La importancia del riesgo político para las calificaciones soberanas se enfatiza por el hecho de que el combinado de los WBGI tiene el peso más grande, en 18.1 por ciento, de cualquier factor en el SRM.

Esto significa que tiene el poder explicativo más grande de cualquier variable de nuestro portafolio de calificaciones soberanas en los últimos 15 años.

La importancia del riesgo político se recalca por su contribución frecuente en las crisis de calificación e incumplimientos.

El análisis de Fitch de 38 episodios de “crisis de calificación” de soberanos entre 1997 y 2017, en los que hubo bajas de tres niveles en 3 años calendario, encontró que los temas políticos y de gobernanza fueron el detonante o factor principal en 21 por ciento de los casos, y que fueron un factor amplificador o de apoyo en 26 por ciento de los casos, lo que suma un total de 47 por ciento de los episodios en los que actuaron como un factor importante.

En el impago de soberanos clasificados por Fitch, los factores políticos fueron todavía más evidentes como detonante o factor principal en 25 por ciento de los casos y como amplificadores o factores de apoyo en 33 por ciento de los casos, lo que suma un total de 58 por ciento de los incidentes.

La recuperación de las crisis de calificación son típicamente más lentas cuando los factores políticos y de gobernanza fueron razones importantes de la crisis, ya que la pérdida de efectividad del Gobierno y de cohesión política puede dejar a los soberanos con una capacidad menor para implementar políticas para devolver sus economías a posiciones sostenibles.

Fitch Ratings actualmente ajusta a la baja 19 soberanos (de 116 calificados por Fitch) en su marco QO relacionado con riesgos de estabilidad política para reflejar factores que el WBGI no capturó del todo en el SRM la medición del mismo.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...