La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) deben acelerar la Estrategia Nacional de Educación Financiera para que las personas eligan los productos financieros más competitivos y adecuados y sepan a dónde acudir en caso de abuso de los prestadores de servicios financieros.
La senadora de Movimiento Ciudadano (MC), Patricia Mercado Castro, dijo que la salud financiera es un elemento esencial para el bienestar individual y colectivo, y que el correcto manejo de las finanzas personales otorga libertad, estabilidad y prevención ante posibles riesgos e imprevistos.
Destacó que la falta de conocimiento financiero se refleja en comportamientos inadecuados, decisiones económicas equivocadas, endeudamientos excesivos, falta de ahorro para el retiro, entre otros.
En el documento, que se turnó a la Tercera Comisión, de la Comisión Permanente detalló que la política nacional de educación financiera liderada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconoce que la población mexicana tiene bajas competencias económico-financiera, ya que sólo una de cada 3 personas adultas lleva un presupuesto de sus gastos, y la mitad de la población adulta sabe a dónde acudir en caso de un problema con un producto financiero.
Además, enfatizó que menos de la mitad tiene conocimiento sobre su cuenta básica y uno de cada 3 personas conoce el concepto de interés compuesto, por lo que uno de los objetivos prioritarios de dichas estrategias, es incrementar las competencias económico-financieras de las y los mexicanos, a través de la incorporación de contenido en esta materia, en los niveles de educación obligatoria.
La Mercado Castro solicitó a acelerar la implementación de la Estrategia Nacional de Educación Financiera, con el diseño e impulso de acciones integrales, el uso de la tecnología y las herramientas digitales disponibles, particularmente para los sectores vulnerables y con el fin de mejorar el entendimiento y manejo de servicios financieros.
Por último, consideró que los contenidos de los programas y las acciones deben ser accesibles e incluir a sectores vulnerables y a jóvenes en etapas tempranas de formación, y que aporten conceptos financieros básicos hasta temas avanzados, así como adaptarse a las necesidades y características de cada grupo.