La Zonas Económicas Especiales (ZEE) no desaparecen totalmente, se tiene contemplado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) un proyecto sustitutivo, lo que se analiza desde hace un par de años.
Se contempla sacar de la SHCP para convertirlas en una órgano descentralizado que pudiera ser manejado por una empresa. Hasta el momento la dependencia que encabeza Carlos Urzúa Macías se encuentra enfocada en las cuestiones de las consultas indígenas para evitar en la medida de lo posible las inconformidades de los habitantes de la región y la infraestructura férrea necesaria.
Asimismo, empresas que compraron terrenos en Chiapas se contempla invitarlas para que participen en la nueva etapa y sus inversiones no se vean afectadas.
La razón para la abrogación de la legislación de la ZEE son las beneficios fiscales (no pagar Impuesto Sobre la Renta (ISR) por 10 años), entre otros, y las distorsiones que crean al interior del país.
Se ejemplificó con la industria siderúrgica mexicana en el que Arcelor Mittal, el productor de acero más grande del mundo, que se encuentra en la ZEE de Lázaro Cárdenas, Michoacán, anunció una inversión de mil millones de dólares (mdd) para la instalación de una línea de laminación en caliente en la región.
La acerera Ternium México anunció una inversión de mil 420 mdd para la instalación de una línea de laminación en caliente en pesquería, Nuevo León, , sin contar con la infraestructura estatal y federal para este proyecto.
Se estima que los estímulos que obtendría Arcelor Mittal serían equivalentes al 45 por ciento de la inversión total efectuada por Ternium, por lo que no se tendría una competencia en igualdad de circunstancias.
Las ZEE cambiarán de nombre con un nuevo esquema de beneficios que podría ser similar al que se tiene en la frontera norte de un Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 8 por ciento y de un Impuesto Sobre la Renta (ISR) del 20 por ciento, son alternativas que se analizan en la SHCP.