Después de las elecciones presidenciales 2018 la economía no volverá a ser igual, ya que entra en una etapa de estancamiento, aceleración o despegue hacia lo que se promete en todos los periodos de relevo presidencial: niveles de crecimiento que permitan ser un país de primer mundo, con la consecuente calidad de vida para los mexicanos.

Las promesas de niveles de vida mayores y cero corrupción son constantes en las campañas presidenciales de todos los aspirantes a ser los ocupantes de Los Pinos para el periodo sexenal.

Después de las elecciones, la economía mexicana presentará una cara, en la que se mantienen y perfeccionan las reformas estructurales: educativa, energética, fiscal, telecomunicaciones, laboral y financiera aceleren sus resultados a favor de todos los mexicanos y no sólo de algunos cuantos.

Asimismo, se deben crear las condiciones necesarias para que la economía se desarrolle e impacte la vida de los mexicanos, pero no con mayores precios o servicios deficientes, sino todo lo contrario: precios adecuados y servicios de calidad.

México y los mexicanos no se merecen más deudas en todos los sentidos, se merecen mejores oportunidades de desarrollo.

“México se ubica por arriba del promedio en compromiso cívico y satisfacción, pero por debajo del promedio en las dimensiones de empleo y remuneración, estado de la salud, calidad medioambiental, vivienda, ingresos y patrimonio, sentido de comunidad, balance vida-trabajo, seguridad personal, y educación y competencias”, cita la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en sus métricas de calidad de vida del 2017.

En México, el ingreso familiar disponible neto ajustado promedio per cápita es de 13 mil 891 dólares al año, cifra mucho menor que el promedio de la OCDE de 30 mil 563 dls.

El que llegue a ocupar la silla presidencial tiene mucho que hacer por México y los mexicanos: generar las condiciones para un país mucho menos desigual de ahora hacia delante con oportunidades de crecimiento y no por un asistencialismo paternalista con fines políticos estrictamente políticos.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...