Hace unos días las expectativas de acelerar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) eran muy altas, a tal grado que el peso ganó en varias jornadas frente al dólar.

Trump y su administración señalaron que buscaban acelerar el acuerdo comercial para que en Mayo estuvieran prácticamente limados puntos álgidos como las reglas de origen en la industria automotriz, salariales, entre otros temas.

Sin embargo, nuevamente comienza con la presión y los tweets en contra de México al expresar que si hay un acuerdo comercial se deben tener algunas condiciones migratorias que se deben cumplir, a lo que el canciller respondió con una negativa.

Para este día se prevé una reunión de los equipos negociados con resultados positivos para el acuerdo trilateral que comenzó a funcionar en la segunda mitad de la década de los 90s´.

Ante esta ola de expectativas de que las cosas van muy bien, sólo resta esperar que en verdad se cumpla con un TLCAN renovado que ofrezca ventajas a las tres naciones y no que someta a México a un acuerdo de lo “tomas o lo dejas”.

La experiencia más reciente de modernización entre México y Estados Unidos dejó un agridulce sabor de boca a la industria azucarera, ya que se aceptaron las condiciones de la administración Trump para la exportación del endulzante en los términos estipulados por Washington.

La exportación de azúcar sin refinar pasó de 47 a 70 por ciento con el objetivo de de asegurar un mayor abasto a los refinadores estadounidenses.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...