El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) rechaza la consulta ciudadana para determinar la continuidad del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), lo que se debe basar estrictamente en criterios técnicos, enfatizó la cúpula empresarial.

Explicó que la participación ciudadana es fundamental para un desarrollo democrático robusto, pero, las decisiones que conciernen al desarrollo económico y de infraestructura, con un alto grado de complejidad, deben ser asumidas por los funcionarios e instituciones públicas facultadas, quienes tienen la responsabilidad de procesar la información técnica, las consecuencias económicas y las preocupaciones ciudadanas, para concluir con la mejor opción.

Consideró que el ejercicio propuesto por el equipo de transición para consultar a los ciudadanos acerca de la ubicación y construcción del Aeropuerto Internacional de México, “además de ser inadecuado como mecanismo para la toma de decisiones, no es jurídicamente válido ni tiene sustento legal. No se circunscribe a las condiciones establecidas en la fracción VIII del artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni en la Ley Federal de consulta Popular. En los términos en que está planteada, la consulta no tiene ninguna validez ni consecuencia jurídica y por ende no puede ser considerada legalmente vinculante”.   

Adicionalmente, el CCE destacó que tal y como está planteada la consulta, además, no ofrece garantías claras de imparcialidad, objetividad y seguridad.

Adicionalmente, tiene un marcado sesgo en su formulación y planteamiento de desarrollo hacia una de las opciones puestas a consideración, lo que la deslegitima como instrumento neutral de consulta efectiva a la ciudadanía.

El CCE agregó que a pocos días de la consulta, los criterios técnicos de su diseño no se han detallado ni sometido a revisión de especialistas. No se ha explicado a profundidad, por ejemplo, el criterio para la selección de los municipios, ni la ubicación de las mesas en cada uno de ellos, y cómo esto generaría una muestra balanceada.

Tampoco se han explicado, en caso de existir, qué medidas de seguridad se tomarán para evitar el acarreo, compra de votos, duplicidad en los votantes, así como asegurar la transparencia e imparcialidad en el cómputo de los votos.

Adicionalmente, no se ha establecido un umbral mínimo de votos para que la consulta resulte válida. Se desconoce si existirá o no, simultáneamente, una encuesta, cómo y quién la llevaría a cabo, y qué ponderación se daría a sus resultados, en comparación con los resultados de la consulta física.

Señaló el CCE que varios de los miembros del Comité Técnico a cargo de la consulta han expresado públicamente su opinión a favor de la opción de Santa Lucía, dañando gravemente las posibilidades de equidad en el ejercicio.

Por lo antes expresado, consideramos que no existen las condiciones mínimas necesarias para que esta consulta pueda considerarse un ejercicio imparcial y objetivo. 

Reafirmamos nuestra posición en contra de que los resultados de la consulta sean la base para la toma de decisiones en un tema de gran complejidad técnica y cuyas consecuencias podrían generar altos costos para el patrimonio nacional, tanto en términos monetarios como de oportunidades de desarrollo desperdiciadas.

El CCE reiteró que debe continuarse la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, dado que se ha demostrado por innumerables estudios técnicos durante más de 20 años, que resulta la opción más viable para resolver el problema de saturación del actual Aeropuerto.

La cancelación del NAIM tendría implicaciones jurídicas y financieras con acreedores y contratistas, pero especialmente riesgos reputacionales y de confianza en perjuicio de México y de futuros proyectos de gran envergadura, que requieren inversión nacional e internacional, enfatizó.

Finalmente, los actores a cargo de la consulta, y los mismos materiales informativos desarrollados por ellos, han demostrado un sesgo favorable hacia una de las opciones.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...