La economía mexicana está por presentar su tercer caída en el Producto Interno Bruto (PIB) en el inicio de este nuevo milenio y para superarla en este año se deberá presentar una verdadera colaboración entre el sector privado y gubernamental.
La primera cifra negativa se presentó en el año 2001 cuando arribó al poder el panista, Vicente Fox Quesada, cuando el crecimiento tuvo un signo negativo al cerrar en 0.4 por ciento.
La segunda se presentó con la crisis financiera de las hipotecas basura de Estados Unidos al presentarse en la administración del también panista, Felipe Calderón Hinojosa, una decrecimiento de 5.3 por ciento en el 2009.
Este jueves 30 de Enero el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) dará a conocer la estimación oportuna del PIB al cuarto trimestre del 2019, la que se prevé presente una caída de 0.1 a 0.2 por ciento.
La cifra final se dará a conocer el 25 de Febrero con la publicación del PIB trimestral al cuarto trimestre del 2019 a precios constantes.
Esta cifra para este 2020 se prevé ya regrese a terreno positivo, pero sin duda, mucho tendrá que ver la actitud del gobierno federal y del sector privado, quienes tendrán que pasar del terreno de las firmas de acuerdos y anuncios para la foto, a hechos tangibles que se registren en la economía nacional y de las personas.
Durante la segunda mitad del semestre pasado se habló de miles de proyectos y de acuerdos para reactivar la economía nacional, la que se prevé siga con debilidad en el primer trimestre del año con crecimiento de 0.1 por ciento, que pudiera repetirse en el trimestre siguiente con el mismo crecimiento.
Se habla de menor incertidumbre por la ratificación del T-MEC y menor conflictos comerciales, pero a nivel interno todavía no se vislumbra un ambiente de negocios cordial, ya que los ataques presidenciales siguen a la orden del día.
Si hay corrupción se demuestra y se castiga, no se hace una propaganda política con los errores del pasado que afectan la confianza de los inversionistas y por consiguiente el desempeño económico.
En fin, este año apenas comienza y se mantienen expectativas positivas, sólo resta esperar que ambas partes respondan a la altura de las circunstancias para que se logre un país con mejores niveles de crecimiento y de vida.